Se consumó el suicidio 96 del 2011

Lo protagonizó un cargador del Agropecuario...

AGUASCALIENTES, AGS.- A cuatro días de que termine el 2011, se consumó el suicidio 96 del año, que fue protagonizado por un cargador del centro comercial Agropecuario, que se ahorcó en un barandal de las escaleras de su casa en Villas de Nuestra Señora de la Asunción Sector Guadalupe, deprimido porque su ex pareja no le permitía ver a su hija de 2 años de edad.

El ahora occiso respondió al nombre de Carlos Fernando Lomelí Alvarado, contaba con 24 años de edad y tuvo su domicilio en la calle Teófilo Romo López número 202 interior C del mencionado fraccionamiento.

Este joven vivió en unión libre con Aracely Montoya Cisneros, de 27 años, con quien procreó a la niña.

Desde el pasado mes de marzo se separaron y ella se fue a vivir a la calle Rodolfo Landeros número 105 del ex Ejido Ojocaliente, llevándose a la menor.

Carlos Fernando resultó ser adicto al alcohol y a las drogas -principalmente al "crystal"- y, probablemente por ello, su ex mujer no le permitía ver a la niña, por lo que, además, tenían constantes discusiones.

El domingo 25 de diciembre, en varias ocasiones, ‚l le estuvo llamando por teléfono a Aracely para que le permitiera ver a la niña, pero se la negaba y hasta lo ofendía.

María Teresa, hermana de Carlos Fernando, se dio cuenta de ello y en una ocasión ella marcó al teléfono de Aracely y cuando ésta contestó, se la pasó a su consanguíneo.

Sin embargo, volvieron a discutir y a final de cuentas Carlos Fernando no logró ver a su hija en Navidad, como era su deseo.

Esto lo deprimió mucho, por lo que el resto de la tarde se la pasó consumiendo bebidas embriagantes en casa de su abuela, mientras sus demás familiares rezaban rosarios al Niño Dios.

Al caer la noche, todos se introdujeron al domicilio y ya no volvieron a saber nada de Carlos Fernando.

Ya en la madrugada del lunes 26 y valiéndose de que nadie lo veía, tomó un lazo de plástico en color amarillo, que at¢ a su cuello y al barandal de las escaleras del edificio que habitaba para quitarse la vida.

A las siete y media de la mañana una vecina lo descubrió y enteró de lo ocurrido a un hermano de Carlos Fernando, José Alberto Lomelí Alvarado, de 19 años, que corrió a las escaleras y lo observó colgado.

Con ayuda de su madre le quitó el lazo del cuello y luego lo acostaron en el piso, pidiéndole ayuda al oficial Luis Narciso Jiménez Dorado, que en esos momentos pasaba por el lugar en la patrulla 2410 de la Policía Municipal.

El uniformado solicitó la intervención de los paramédicos, que hicieron acto de presencia instantes después, pero al revisar a Carlos Fernando confirmaron que ya había dejado de existir.

El Ministerio Público se presentó en el sitio y dio fe de los hechos, tras de lo cual el cuerpo del joven fue trasladado al Servicio Médico Forense para la práctica de la autopsia.