AGUASCALIENTES, AGS.- El juez Tercero Penal dictó una sentencia condenatoria de 10 años de prisión en contra del depravado Antonio Cisneros Olvera, de 49 años de edad, al que encontró responsable por el delito de violación ya que durante el 2011 atacó sexualmente a sus dos hijastras de 13 y 9 años de edad, aprovechando que se encontraban dormidas.
Dicho sujeto ya había sido detenido y encarcelado en las celdas de la Policía Ministerial en el 2010 por el delito de atentados al pudor.
Los hechos por los que fue sentenciado ocurrieron la madrugada del lunes 11 de julio del año pasado en una vivienda de la avenida Mariano Hidalgo en el fraccionamiento Fundadores.
Ese día, alrededor de las 02:00 horas, Antonio se encontraba dormido en compañía de su concubina, pero en determinado momento se levantó de la cama con el pretexto de ir a tomar agua, por lo que abandonó la habitación.
Sin embargo, el verdadero objetivo era ir a atacar sexualmente a sus dos hijastras, por lo que ingresó a la recámara donde ambas estaban descansando.
Aprovechando que las dos estaban dormidas, se aproximó a la cama y les quitó las cobijas con las que se cubrían, tras de lo cual comenzó a hacerles tocamientos lascivos en todo su cuerpo, principalmente en sus partes íntimas.
Las dos niñas se despertaron al sentir que eran agredidas de tal forma y se percataron que se trataba de su padrastro el que las "manoseaba", por lo que al verse descubierto Antonio les ordenó que se callaran e intentó agredirlas nuevamente.
No obstante, las dos hermanas gritaron, lo cual fue suficiente para que su madre se despertara, se levantara y fuera con ellas para verificar lo que había sucedido.
La mujer encontró a su pareja en el cuarto de las niñas tratando de obligarlas a guardar silencio, por lo que al cuestionarlas sobre lo que pasaba, éstas le explicaron lo que su padrastro les acababa de hacer.
Sorprendida e indignada, la mujer sacó a sus hijas de la habitación y se salieron a la calle, solicitando ayuda a los servicios de emergencia.
Instantes después arribaron elementos de la Policía Municipal y la mujer los enteró de los hechos, autorizándoles el ingreso a la casa para que detuvieran a su concubino.
Antonio les dijo a los oficiales que no les había hecho nada a las niñas y que su pareja lo estaba acusando por una venganza, pero a pesar de ello fue presentado ante el Ministerio Público, que le inició una averiguación previa por violación.
Posteriormente, fue consignado ante el juez penal, que lo procesó y finalmente lo condenó a 10 años de cárcel.
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