CALERA, ZAC.- Dos jóvenes empleados estuvieron a punto de ser ejecutados a balazos la madrugada de hoy (jueves 18 de octubre) en esta cabecera municipal tras de que un grupo armado los rafagueó con armas de fuego a bordo de un vehículo, cuando regresaban con unos amigos con los que estaban conviviendo y consumiendo bebidas embriagantes.
Los agredidos, prácticamente, tuvieron que ir a protegerse al aeropuerto internacional de Calera, donde uno de ellos laboraba, tras de lo cual fueron llevados a recibir atención médica a un hospital, reportándose que el estado de salud de uno de éstos era sumamente delicado ya que presentaba un impacto de bala en la cabeza, mientras que el otro se hallaba estable.
Las identidades de los baleados no habían trascendido, pero NOTICIERO EL CIRCO logró conocer que uno de ellos trabajaba como guardia de seguridad de una empresa privada que prestaba sus servicios precisamente en el aeropuerto internacional de Calera, mientras que el otro laboraba en "Sesantoni", una empresa manufacturera de Estados Unidos.
Los hechos ocurrieron alrededor de la una de la madrugada cerca de la terminal aérea ya referida.
Los dos empleados estuvieron departiendo con unos amigos en un lugar no determinado y en determinado momento decidieron ir a comprar más alcohol a la cabecera municipal, para lo cual alguien de sus conocidos les prestó un vehículo.
El aeropuerto se encuentra a cinco minutos de la cabecera del Ayuntamiento.
Los dos jóvenes acudieron por las bebidas sin contratiempos, pero cuando ya iban de regreso con sus amigos, repentinamente fueron alcanzados por varios sujetos que viajaban en otra unidad de motor y los cuales les marcaron el alto.
Los trabajadores se asustaron e hicieron caso omiso a las indicaciones de los delincuentes, por lo que el que conducía el vehículo prestado aceleró su marcha y tomó el boulevard al aeropuerto internacional.
Los "malandros" fueron en su persecución y comenzaron a dispararles con las armas de fuego que traían, por lo que lograron lesionarlos.
Pese a ello, los agredidos lograron llegar al aeropuerto, donde solicitaron ayuda, mientras que los delincuentes dejaron de seguirlos antes de arribar a dicho lugar ya que ahí había mucha seguridad y temieron ser detenidos.
Luego de lo anterior, los empleados fueron llevados a un nosocomio para su atención, conociéndose que el que se encontraba estable ya había rendido su declaración ministerial ante las autoridades con relación a los hechos, asegurando que desconocía el móvil del atentado del que fueron víctimas.
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