Es el suicidio 97 del 2011...
RINCON DE ROMOS, AGS.- Un hombre de 49 años de edad y casado, protagonizó el suicidio 97 del año al ahorcarse la tarde de ayer (miércoles 28 de diciembre) en la cocina de su casa en este municipio, por causas que se desconocían.
Su familia informó a las autoridades ministeriales que, aparentemente, no tenía motivos para escapar por la puerta falsa y aunque señalaron que tenía 8 días consumiendo bebidas embriagantes, no les había manifestado que tuviera intenciones de quitarse la vida.
La Policía Ministerial confirmó que el finado llevó el nombre de Juan Valenciano Romero, que vivió en la casa marcada con el número 102 de la calle Francisco Villa de la comunidad El Bajío, en esta cabecera municipal.
La tarde del miércoles se quedó solo unos momentos dentro de su casa, por lo que aprovechó para dirigirse a la cocina.
Ahí ató un extremo de una piola -cuerda- a una varilla y el otro a su cuello para de esta forma acabar con sus días.
Instantes después, a la vivienda llegó su hija, de 21 años de edad, que lo descubrió suspendido, por lo que lo descolgó y acostó en el piso, comunicándose a los servicios de emergencia para pedir ayuda.
Oficiales de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Rincón de Romos fueron los primeros que arribaron al lugar y luego lo hicieron los paramédicos de la Secretaría de Salud del Estado, que revisaron al hombre y confirmaron que ya no presentaba signos vitales, por lo que lo declararon muerto.
En punto de las cinco y media de la tarde la Policía Ministerial fue notificada de lo sucedido, por lo que al sitio acudieron, para realizar las primeras investigaciones, el Ministerio Público, agentes del grupo Homicidios y personal de Servicios Periciales.
La hija del suicida les indicó que no sabía las razones por las que su padre decidió matarse, comentándoles que tenía 8 días emborrachándose a diario, pero que nunca dijo que ya no quería vivir.
Los investigadores buscaron algún recado pre-mortem en el que el individuo explicara las razones por las que tomó la funesta determinación, pero no hallaron ninguno.
Aparentemente, se llevó a la tumba los motivos que lo orillaron a atentar contra su vida.
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