AGUASCALIENTES, AGS.- Dos hermanitos de 8 y 6 años de edad murieron ahogados en una laguna de un arroyo en la comunidad San Antonio de Peñuelas, a donde se metieron a nadar pero se sumergieron sin que nadie los auxiliara.
Tras los hechos, uno de sus tíos los sacó del agua y en un último intento por salvarlos fueron llevados al Hospital Miguel Hidalgo, pero lamentablemente dejaron de existir.
Los menores fueron vecinos de la citada comunidad, al sur de la capital, y aprovecharon que sus padres estaban trabajando para ir a la laguna, sin imaginar las consecuencias fatales.
En el transcurso de la tarde-noche salieron de su casa, sobre la calle Vicente Guerrero, para dirigirse al arroyo San Antonio, que se encontraba relativamente cerca, entre las calles Jacaranda y La Paz.
A su cuidado estaban sus dos hermanas de 13 y 11 años de edad, a quienes les dijeron que estarían jugando afuera de su casa.
A un lado de dicho arroyo se formó una especie de laguna, que tenía 6 metros de diámetro por un metro de profundidad y en medio tenía como una isla de arena.
Al parecer, los hermanos llegaron a dicha laguna para jugar, despojándose de sus zapatos para meterse al agua a nadar y pretender llegar a la isla central, pero ambos comenzaron a sumergirse y ahogarse sin que nadie los pudiera auxiliar.
Posteriormente, al domicilio llegaron los padres de los menores y les llamó la atención no verlos ya que éstos los esperaban siempre, por lo que les preguntaron por ellos a sus otras dos hijas y éstas les dijeron que estaban afuera jugando.
Sin embargo, cuando salieron no los encontraron, por lo que empezaron a buscarlos.
Un vecino les dijo que había visto al perro propiedad del padre de los infantes cerca del arroyo, por lo que se dirigieron hacia allá y en la orilla vieron los zapatos de los hermanitos, por lo que dedujeron que estaban en el agua.
A la búsqueda se habían sumado otros vecinos y familiares, por lo que un tío de los niños se metió a la laguna con una varilla con un gancho y logró encontrarlos y rescatarlos, tras de lo cual, como estaban inconscientes, les dieron respiración de boca a boca, pero no lograron hacerlos reaccionar.
Por lo anterior, sus familiares los subieron a un vehículo particular y se dirigieron a la Puerta de Acceso Sur, ubicada cerca de San Antonio de Peñuelas, donde les pidieron ayuda a los elementos que se encontraban de guardia, a quienes les explicaron lo sucedido.
Los policías de inmediato comenzaron a auxiliar a los dos menores y además solicitaron la intervención de los paramédicos de la Cruz Roja, que se trasladaron al sitio en las ambulancias 08, 12 y 13 y en la unidad 15 de Rescate Urbano.
Al hacer acto de presencia, continuaron con las maniobras de resucitación para los dos hermanitos que seguían inconscientes, pero no lograron hacerlos reaccionar.
Aún así, los subieron a las unidades de emergencia y enfilaron hacia la capital para trasladarlos al Hospital Miguel Hidalgo. Para evitar mayores demoras, se solicitó a elementos de las Policías Preventiva y Vial que cerraran momentáneamente la circulación de los diversos cruceros a lo largo de la avenida José María Chávez a fin de que las ambulancias pudieran circular libremente y sin detenerse en los semáforos.
Durante el trayecto, los técnicos en urgencias médicas se dieron cuenta que los dos menores cayeron en un paro cardiorespiratorio, pero continuaron dándoles maniobras para tratar de hacerlos reaccionar.
En pocos minutos llegaron al nosocomio de la calle Galeana e ingresaron por el área de urgencias, a donde fueron llevados los dos pequeños para seguir con los trabajos de resucitación, pero éstos fueron inútiles, por lo que a sus familiares se les confirmó que ambos ya habían muerto.
El Ministerio Público arribó al HMH para dar fe de las muertes de los menores, cuyos cuerpos fueron levantados por elementos de Servicios Periciales y trasladados al SEMEFO.
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