17 de febrero de 2012

TRES SUJETOS PROTAGONIZARON LOS SUICIDIOS 9, 10 Y 11o.

Es el número 9 del año; ocurrió en Tepezalá…
Un joven se suicidó de un balazo en la cabeza

TEPEZALÁ, AGS.- Un joven agricultor y ganadero protagonizó el noveno suicidio del año tras darse un tiro en la cabeza en su domicilio en el rancho San Gerardo, ubicado en la comunidad de Carboneras, perteneciente a esta cabecera municipal, debido a que padecía de migraña, depresión y tenía un carácter muy temperamental, al grado de que se molestaba por todo.
Se disparó con un arma de fuego corta, al parecer calibre 22, la tarde del miércoles 8 de febrero y falleció la noche del viernes 10 en el hospital Star Medica, al norte de la ciudad.
El ahora occiso fue identificado como Víctor Urbano Jiménez González, contaba con 24 años de edad y era soltero.
Los hechos ocurrieron en el rancho mencionado, alrededor de las 5 de la tarde del citado miércoles 8, de acuerdo a las investigaciones realizadas por las autoridades ministeriales.
El joven tenía dos días sin salir de su cuarto ni probar bocado y en el transcurso de la mañana, su padre Urbano Jiménez González, de 67 años, intentó hablar con él, pero lo ignoró cubriéndose con unas cobijas.
Anteriormente, padre e hijo ya habían tenido algunas diferencias debido a que el joven no quería sumarse a las labores del campo, como su progenitor se lo exigía.
Por la tarde, su madre Celia González Martínez, de 61 años, le hizo saber su decisión de llevarlo a recibir atención especializada con un psiquiatra o un psicólogo debido a sus problemas de depresión y de su carácter.
A esa determinación llegaron todos los integrantes de la familia, que se reunieron para hablar de la vida que llevaba Víctor y acordaron que era necesario que fuera atendido por especialistas.
Al conocer lo anterior, el joven agricultor ganadero aparentemente estuvo de acuerdo en tratarse y le prometió a su progenitora que iba a hacer el intento por mejorarse, pidiéndole que saliera de su habitación para poderse cambiar, por lo que Celia se retiró y se dirigió a la cocina.
Sin embargo una vez que se quedó solo, Víctor tomó la pistola y se dio el tiro en la cabeza.
La detonación fue escuchada por su madre, que acudió de inmediato a la recámara y lo encontró acostado en la cama y sangrando de la cabeza, gritándoles a sus otros hijos para que fueran a auxiliarla.
Otro de sus vástagos acudió y al ver a su hermano herido, tomó el arma, que estaba a su lado, y la aventó hacia un sillón, tras de lo cual pidieron ayuda a los servicios de emergencia, presentándose paramédicos de la Secretaría de Salud del Estado.
De urgencia, Víctor fue llevado al hospital Star Medica, donde los doctores que lo atendieron le diagnosticaron una herida por arma de fuego con orificio de entrada en la región temporal derecha de cráneo y sin orificio de salida, reportando su estado de salud como delicado.
Al día siguiente, se informó que el joven se agravó y que incluso ya se le había declarado muerte cerebral.
Por desgracia, no logró sobrevivir y falleció minutos después de las once de la noche del viernes, por lo que el Ministerio Público acudió al hospital privado para dar fe de su deceso, encargándose elementos de Servicios Periciales de levantar su cuerpo para trasladarlo al SEMEFO, donde se le practicó la autopsia y se concluyó que falleció de una laceración y hemorragia cerebral por traumatismo craneoencefálico severo consecutivo a herida producida por proyectil disparado por arma de fuego penetrante de cráneo.

Fue el suicidio 10 del año…
Una joven se quitó la vida por depresión

AGUASCALIENTES, AGS.- Víctima de una fuerte depresión emocional debido a que constantemente se peleaba con sus familiares debido a que tenía un carácter difícil y porque llevaba una relación amorosa poco estable, una joven ama de hogar se ahorcó en su domicilio, protagonizando el décimo suicidio del año.
La ahora occisa fue identificada como María Guadalupe Galindo Sánchez, contaba con 22 años de edad, era soltera y tuvo su última morada en la calle El Tildío número 110 de la colonia Luis Ortega Douglas.
Lamentablemente, dicha joven ya tenía intenciones de quitarse la vida y en más de una ocasión así se lo dejó entrever a su amiga Jesús Adeline Ramírez Jacobo, de 22 años, a quien le dio entender que se podría intoxicar con pastillas para dormir, las que guardaba en un frasco.
Incluso, María Guadalupe le comentaba que cualquier día ya no iba a aguantar, esto porque muy seguido se peleaba con sus hermanas y hermanos y hasta con su mamá Ascensión Sánchez Avila, de 51 años, además de su relación poco estable con un sujeto identificado como Israel “N”, lo que la ponía decaída y triste.
Al verla así, Adeline solamente le decía que tenía que buscar ayuda, percatándose que con el paso de los días María Guadalupe continuaba con su vida aparentemente de manera normal.
La noche del sábado 11 de febrero, la joven cenó con sus familiares y luego se dirigió a su habitación, de donde ya no volvió a salir con vida.
El domingo, María Guadalupe no salió a desayunar, comer o cenar, lo que le pareció extraño a su madre, aunque no le tomó mucha importancia, ya que cuando su hija se enojaba acostumbraba pasar todo el tiempo en su recámara.
Sin embargo, aprovechando que nadie la veía, decidió matarse ahorcándose con unos cinturones que amarró a su cuello y a una vigueta del techo.
Alrededor de las 23:40 horas, su padre Juan Manuel Galindo Gutiérrez, de 57años, mandó a su hijo Juan Manuel, de 18 años, a que le llevara un refresco a María Guadalupe porque no había comido nada en todo el día, por lo que éste fue al cuarto de su hermana y al entrar la encontró colgada.
De inmediato les gritó a sus familiares para pedirles ayuda y fue a la cocina por un cuchillo, con el que cortó los cintos para después acostarla en la cama y pedir ayuda a los servicios de emergencia, pero al llegar los paramédicos y revisarla confirmaron que ya había fallecido.
Antes de matarse María Guadalupe escribió dos recados póstumos en una libreta, aunque su contenido no fue revelado por las autoridades, además de que en la muñeca izquierda, con tinta en color negro, se escribió “Isra te amo, T.Q.M.”.
El Ministerio Público acudió al domicilio para dar fe de los hechos y elementos de Servicios Periciales levantaron el cuerpo de la joven y lo trasladaron al SEMEFO, donde se le practicó la autopsia y se estableció que murió de una asfixia por ahorcamiento.

Se mató porque no tenía trabajo desde hace un año...
¡Suicidio 11: se ahorcó un joven desempleado!

AGUASCALIENTES, AGS.- Un joven desempleado que tenía un año sin trabajar y problemas con su concubina por cuestiones económicas, se mató ahorcándose en su casa en Potreros del Oeste, consumando así el suicidio 11 del 2012.
El ahora occiso fue identificado como Alejandro Valdivia Vargas, contaba con 28 años de edad y tuvo su domicilio en el andador del Rocío edificio 105 interior C del citado Infonavit.
Durante 5 años vivió en unión libre con la obrera Carolina Aguilera López, de 21 años, con quien procreó dos hijos.
El lunes 13 de febrero, alrededor de las diez de la mañana, Alejandro y Carolina comenzaron a discutir e incluso llegaron a las agresiones físicas mutuamente, todo por problemas económicos debido a que él ya tenía un año sin trabajo.
Después de la pelea se calmaron, pero al filo del mediodía volvieron a discutir, por lo que él la corrió a ella de la casa e incluso le sacó varias de sus pertenencias a la sala.
Luego de lo anterior, Alejandro se despidió de sus hijos y de Carolina, diciéndoles que los quería mucho.
Para evitar mayores problemas, la joven se fue con sus hijos a la casa de su hermana Liliana Aguilera López, en el andador Cenit de Potreros del Oeste, donde pasó el resto del día.
Ya a solas, el joven desempleado se dirigió a un cuarto y se ahorcó con un lazo de plástico amarillo que ató a un cortinero de madera y a su cuello.
El martes 14, alrededor de las 13:20 horas, Carolina regresó al domicilio para sacar su ropa y la de sus vástagos, pero al entrar a la habitación encontró a su concubino colgado, por lo que salió en busca de ayuda.
Se encontró con un vecino de nombre Juan, al que le solicitó auxilio para bajarlo, pero cuando éste entró y vio a Alejandro suspendido, decidió salir corriendo de inmediato.
Carolina, entonces, le solicitó ayuda al dueño de una tortillería cercana, Oziel Enrique Sifuentes, de 32 años y vecino de la calle Río Lerma del fraccionamiento Colinas del Río, que acudió a su casa y al comprobar lo sucedido, le pidió un cuchillo para cortar el lazo y luego acostar a Alejandro en la cama, lo cual hizo prontamente.
Al mismo tiempo, la esposa del comerciante llamó a los servicios de emergencia para solicitar ayuda e instantes después llegaron paramédicos, que revisaron al desempleado y notaron que ya no tenía signos vitales, por lo que lo declararon muerto.
Ante esto, fue necesaria la presencia del Ministerio Público para que diera fe de los hechos, encargándose elementos de Servicios Periciales del levantamiento del cuerpo de Alejandro para su traslado al SEMEFO, donde se le practicó la autopsia y se concluyó que falleció de una insuficiencia respiratoria aguda consecutivo a asfixia por ahorcamiento.

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