AGUASCALIENTES, AGS.- Dos pistoleros asaltaron a un par de cuentahabientes al norte de la ciudad y los despojaron de 300 mil pesos en efectivo que acababan de retirar de una institución bancaria.
Las víctimas se dirigían a otro banco para sacar más dinero, pero en esos momentos fueron interceptadas por los delincuentes, que tras consumar el atraco se dieron a la fuga a bordo de un automóvil en color blanco.
Elementos de las corporaciones policiacas se movilizaron al tener conocimiento de los hechos, pero no lograron encontrar a los hampones.
El viernes 2 de septiembre, alrededor de la una de la tarde, los ofendidos, Moisés Arreola García y Javier Constantino Aguirre, contratistas de una empresa constructora, se trasladaron a un banco Banorte en el centro comercial El Cilindro, ubicado en las avenidas Aguascalientes e Independencia.
Retiraron la cantidad de 300 mil pesos y luego se retiraron a bordo de un auto Nissan Tsuru, color gris, con placas de circulación del Distrito Federal, ya que se dirigirían a otro banco Santander ubicado dentro del mismo centro comercial para retirar más dinero.
El coche lo dejaron en un estacionamiento afuera del club Pulgas Pandas, pero no se dieron cuenta que ya eran seguidos por los dos delincuentes, que a su vez iban en un auto Neón, en color blanco.
Justo antes de que descendieran del Nissan Tsuru, Moisés y Javier fueron interceptados por los asaltantes, que bajaron del Neón y se aproximaron a ellos para amagarlos con armas de fuego y exigirles que les entregaran el dinero que acababan de retirar.
Los agraviados se resistieron e incluso estuvieron forcejeando con los ladrones, quienes les quitaron las llaves del carro y con ellas abrieron la cajuela para registrarla.
Los tipos se apoderaron de los 300 mil pesos y luego abordaron el Neón blanco para darse a la fuga a toda velocidad, tomando la avenida Aguascalientes hacia el oriente.
El robo fue captado por una mujer que estaba hablando por teléfono y que al ver lo que sucedía tomó una fotografía y un video del asalto.
De hecho, se acercó a los contratistas y ambos le confirmaron que habían sido atracados y hasta le preguntaron qué hacer, por lo que ella sugirió dar aviso a las autoridades.
En esos momentos por el lugar pasó una patrulla, a cuyo oficial le hicieron señas para que se detuviera y cuando lo hizo le explicaron lo ocurrido.
Momentos después llegaron policías preventivos, estatales y ministeriales para tomar cartas en el asunto y buscar a los responsables del robo a mano armada, pero no lo consiguieron.
Al entrevistar a los contratistas, les indicaron que los delincuentes eran de entre 30 a 35 años de edad, uno de ellos de tez blanca, de 1.75 de estatura, con bigote y que vestía playera blanca y pantalón de mezclilla, mientras que el otro era moreno, robusto, de 1.65 de estatura, que vestía playera azul, pantalón oscuro y tenis negros.
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