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Previo al fatal accidente, la fémina ya se había asomado hacia el fondo de la cascada para presenciar la caída del agua de manera natural y fue sujetada por un amigo de su esposo, pero al pretender hacerlo nuevamente y sola, tropezó con un arbusto y se fue al vacío.
La víctima mortal fue identificada como Erika Araceli García Muñoz, contaba con 28 años de edad y vivió en la calle Matamoros número 203 en la comunidad Los Patos, en Calvillo.
Era madre de una niña y un niño y estuvo casada con Antonio Naya Valenzuela, de 60 años.
La tragedia tuvo lugar entre las diez y las once de la mañana en el sitio ya mencionado.
Información obtenida en este lugar permitió conocer que un amigo de Antonio, identificado como Vidal Ruiz Navarro, de 60 años y con domicilio en la calle Del Carmen de la colonia del mismo nombre, en Calvillo, lo invitó a juntar leña precisamente al predio conocido como El Huarache.
Antonio aceptó y se hizo acompañar de su esposa Erika Araceli y otros familiares.
Al llegar a este lugar, Vidal los invitó a ver una cascada que se encontraba cerca, indicándoles que él ya la había visitado con anterioridad y les recomendaba ver la caída del agua, diciéndoles que era un espectáculo muy bonito creado por la naturaleza.
Los esposos se aproximaron a dicha cascada y la joven ama de hogar quiso asomarse al fondo, por lo que Vidal la sujetó de un brazo para que pudiera asomarse y viera la caída del agua.
Al cabo de unos instantes, regresaron a un cuarto de adobe, donde continuaron conviviendo.
Sin embargo, al cabo de unos minutos, Erika Araceli quiso regresar a la cascada, por lo que caminó hacia ella, pero desafortunadamente en la orilla tropezó con un arbusto y perdió el equilibrio, cayendo desde lo alto de la cascada.
Desafortunadamente, la fémina se estrelló de manera espantosa contra las piedras que sobresalían de la cascada y cayó hasta el fondo, afrontando una muerte instantánea.
Su hija fue testigo de lo sucedido y de inmediato comenzó a gritar, por lo que Antonio y Vidal se aproximaron a la cascada y al asomarse observaron a Erika Araceli en el fondo, entre las piedras, por lo que solicitaron ayuda a las autoridades.
Al lugar acudieron de inmediato policías preventivos y paramédicos del ISSEA, que tuvieron que descender por una especie de cerro para dirigirse a la víctima, pero al llegar a ella confirmaron que ya había dejado de existir.
Poco después, hicieron acto de presencia los bomberos municipales de Calvillo en las unidades UB-12 y UB-8, además de elementos de Protección Civil Municipal en la unidad 0462, que también se dirigieron al fondo de la cascada.
Poco después de las dos de la tarde hicieron acto de presencia las autoridades ministeriales para tomar conocimiento de los hechos.
El cuerpo de la mujer fue rescatado del fondo de la cascada y llevada hasta la parte superior, labores que se prolongaron por varios minutos debido a que el terreno era de difícil acceso.
Agentes del Grupo Homicidios realizaron las investigaciones del caso y entrevistaron a los familiares de la mujer, que les informaron la forma en la que ocurrieron los hechos, mientras que peritos de Servicios Periciales trasladaron el cadáver al SEMEFO.
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