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La noche del pasado viernes fue reportado como desaparecido y su cuerpo fue localizado la mañana de ayer, por un pepenador, en el interior de un cuarto en obra negra a 200 metros del boulevard Guadalupano.
Previamente, se localizó, abandonado y con manchas de sangre en su interior, el taxi que traía a su cargo y en el que tenía trabajando alrededor de dos semanas.
Hasta anoche se desconocía el o los móviles del asesinato, aunque las autoridades ministeriales ya realizaban las investigaciones correspondientes para esclarecer el caso.
El taxista asesinado fue identificado como José Irving Gutiérrez Sánchez, contaba con 35 años de edad y tuvo su domicilio en la calle Expropiación Petrolera del fraccionamiento Rodolfo Landeros Gallegos.
Estuvo casado con Erika Liliana Rivera Góngora, que presenta un embarazo de alto riesgo.
De acuerdo a la información recabada en el sitio donde fue encontrado el cadáver del trabajador del volante, anteriormente José Irving trabajó como taxista durante tres meses, pero luego consiguió trabajo en unas grúas.
En fecha reciente se quedó sin este empleo por lo que uno de sus amigos, identificado como Rogelio "N", lo recomendó con el dueño del taxi 3107, un Nissan Tsuru con placas 41-07-AAB, para que laborara como chofer.
Por tal motivo, hacía dos semanas José Irving comenzó a trabajar en dicho taxi, cubriendo el turno de las tres de la tarde a las cuatro de la madrugada.
El pasado viernes salió a cumplir con su jornada laboral de manera normal, pero ya no regresó a su domicilio.
Alrededor de las once de la noche, su esposa Erika Liliana le marcó a su teléfono celular, pero no tuvo respuesta ya que lo traía apagado, por lo que ya no volvió a saber de él.
La mujer se alarmó por no tener noticias de su marido y decidió reportarlo como desaparecido en la Policía Ministerial, por lo que las características del auto de alquiler fueron proporcionadas a todas las corporaciones policiacas para que los elementos que patrullaban la ciudad se abocaran a su localización.
Ayer, a temprana hora, policías preventivos ubicaron el taxi 3107 abandonado en las calles Loma de la Calandria y Valle del Mirador, en el fraccionamiento Los Miradores, al oriente de la capital, conociéndose que estaba abierto y que tenía manchas de sangre en su interior.
Previamente, el amigo de José Irving, Rogelio, fue a buscarlo a su casa, pero su esposa Erika Liliana le informó que no había llegado y no sabía nada de él.
Media hora después, a su casa arribaron oficiales de Seguridad Pública, que le informaron que habían encontrado el taxi abandonado, por lo que se trasladó al sitio junto con varios familiares en otro taxi.
Al llegar, temieron que José Irving había sido atacado y que estaba en la cajuela, por lo que trataron de abrirla, pero no lo consiguieron.
Instantes después, al estar en ese lugar, se les notificó que ya habían encontrado al chofer desaparecido, pero lamentablemente ya sin vida.
El hallazgo fue hecho minutos después de las diez de la mañana por el pepenador Martín Escamilla Hernández, de 37 años y con domicilio en la colonia Cumbres III.
Él salió de su casa para dirigirse hacia el fraccionamiento Villas de Nuestra Señora de la Asunción, donde pensaba juntar algunos desperdicios para unos puercos, pero al ir en un triciclo rojo sobre un camino de terracería, a un lado del boulevard Guadalupano, a una distancia de 200 metros aproximadamente, encontró un cuarto en obra negra.
Al acercarse detectó unos trozos de alambre que estaban colgando de una barda, por lo que decidió cortarlos para llevárselos y con ellos amarrar bolsas y botes con desperdicios, pero para su sorpresa observó a una persona tirada en el interior, ensangrentada y ya sin vida.
De inmediato llamó a los servicios de emergencia y al lugar acudieron policías preventivos, que confirmaron el hallazgo y acordonaron el área.
Poco después llegaron los familiares del taxista extraviado y lo reconocieron plenamente.
Trascendió que, al parecer, José Irving fue asesinado a golpes con una piedra y que tenía el rostro desfigurado.
El Ministerio Público se presentó en el lugar para dar fe del hallazgo del cuerpo del trabajador del volante, que fue levantado por peritos de Servicios Periciales y trasladado al SEMEFO para la práctica de la autopsia de ley.
A la par, agentes del Grupo Homicidios iniciaron las investigaciones correspondientes para tratar de determinar las razones por las que el taxista fue asesinado y quién o quiénes lo hicieron.
El vehículo también fue asegurado y trasladado a la PME para ser revisado minuciosamente.
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