Por:
Héctor A. Alvarado Gómez
ZACATECAS, ZAC.-
El
informe anual de gobierno es uno de los eventos más importantes para una
administración gubernamental. Significa la gran oportunidad de difundir con
intensidad la obra pública, los resultados positivos de una gestión y de
personalizarlos a favor de quien encabeza el Poder Ejecutivo. Su significado y
relevancia amerita que su organización, preparación, desarrollo y difusión sean
cuidadas como la joya más preciada.
El
domingo 8 de septiembre se presentó ante la 61 Legislatura, el documento que
contiene el tercer informe de gobierno de la administración encabezada por
Miguel Alonso Reyes como gobernador de Zacatecas. Posterior al actor formal que
se realizó en la sede del Poder Legislativo, se convocó a un evento montado en
el Palacio de Convenciones, donde el jefe del ejecutivo dirigió un mensaje
político a los zacatecanos.
El
mandatario estatal llegó al tercer informe de su administración, bajo un severo
cuestionamiento ciudadano por la falta de obra pública, la pérdida de empleos
en el estado y el desplome de la economía en la entidad, pero respaldado por
los resultados electorales de su partido, obtenidos mediante varias anomalías
como la implementación de una elección de estado, donde se destinaron
millonarios recursos para favorecer a sus candidatos y se utilizó a los
elementos de la policía como operadores electorales pero que la oposición fue
incapaz de documentarlos.
Con
ese escenario, el tercer informe era la oportunidad propicia para posicionar
positivamente al gobernador frente a la ciudadanía. Sin embargo, la pésima
organización, la mala estrategia mediática para difundirlo y la confusa imagen
utilizada en su propaganda, han dado como resultado en un fiasco donde el más
perjudicado es Miguel Alonso.
Mal
inició el domingo 8 de septiembre para el titular del ejecutivo, previo al
mensaje político los policías estatales, literalmente le echaron el caballo
encima a los maestros del Movimiento Democrático del Magisterio Zacatecano que
se manifestaron en los alrededores del Palacio de Convenciones, la policía
montada desalojó a “caballazos” y empujones a los docentes que protestaban por
la aprobación de la Ley del Servicio Profesional Docente en el Congreso de la
Unión. Lejos de dialogar con ellos y llegar a un acuerdo por las buenas, una
vez más la administración local usó a los antimotines para desalojar a los
maestros, con una ridícula justificación del Secretario de Gobierno, Francisco
Escobedo, cuyas declaraciones mediáticas sólo evidencían su extrema
intolerancia y su nula capacidad de concertar.
Muy
notoria resultó la ausencia de tres ex gobernadores con un gran peso político
en la entidad, como lo son Genaro Borrego Estrada, Ricardo Monreal Ávila y
Amalia García Medina, los dos últimos también son diputados federales en la
actualidad, por lo que su falta de asistencia sobresalió aun más. De acuerdo a
la información que tengo, estos ex gobernadores no fueron invitados al evento
político del tercer informe; quien haya recomendado no invitarlos o no haya
entregado las invitaciones, perjudica directamente al actual mandatario, porque
lo exhibe como un político sin el tacto de correrles una cortesía a sus
antecesores.
Inició
el evento al interior del Palacio de Convenciones y en la transmisión por
televisión se evidenció la gran cantidad de sillas vacías que hubo en el
recinto, producto de la mala organización, la pésima habilidad para convocar a
los ciudadanos de Zacatecas a un recinto donde caben más de 5 mil personas y
los exagerado controles de seguridad como si viviéramos en Siria, sería
interesante que nos revelaran a cuantas personas se invitaron y cuantas
asistieron a escuchar el mensaje del gobernador en un lugar que sólo se abrió
al 60 por ciento de su capacidad.
Pero
el informe no sólo se trata de lo ocurre el 8 de septiembre, mucho tiene que
ver la propaganda que se despliega antes y después de ese día. Particularmente
me referiré a los espectaculares y micro perforados que se están utilizando
para difundir los logros de la administración estatal, materiales que destacan
por su saturación, su composición confusa, el exceso de imágenes y su
tipografía poco entendible; mientras que los pendones instalados en los postes,
lejos de presumir metas alcanzadas, más bien parecen una colección de
fotografías sin descripción ni datos concretos sobre los beneficios que
obtuvieron los ciudadanos.
Desde
mi particular punto de vista, al gobierno estatal se le fue una gran
oportunidad de difundir las acciones que han realizado y de acercar al
gobernador con los ciudadanos, por la falta de visión y efectividad de sus
funcionarios y operadores. Lástima.
Twitter:
@hectoralvaradox
Correo:
hector_2022@hotmail.com
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