En
Sinaloa, junto con un agente de la Policía Ministerial
de esa entidad…
Fotos: El Debate
AGUASCALIENTES, AGS.- Un agente federal
originario de Aguascalientes fue “levantado”, ejecutado y decapitado en
Sinaloa, a donde había sido comisionado hacía un mes atrás.
El elemento fue identificado como Ubaldo
Cervantes Juárez, de 39 años, cuya cabeza fue dejada en una hielera junto con
la de un agente de la
Policía Ministerial de Sinaloa, de nombre Luis Alonso Ruiz
Félix, de 46 años y con domicilio en el Ejido 5 de Mayo, en Culiacán.
Los cuerpos de los dos elementos no
habían sido localizados hasta el momento y se supo que junto con las cavidades
cefálicas los asesinos dejaron un narco-mensaje, aunque su contenido no
trascendió públicamente.
Ubaldo Cervantes Juárez no solamente era
originario de esta ciudad, sino que también estuvo trabajando en
Según se logró conocer, el macabro
hallazgo fue hecho el pasado martes 11 de junio, alrededor de las seis y media
de la mañana.
Varios automovilistas circulaban por la
carretera internacional México 15, cerca del entronque con la vía conocida como
“La Clayton ”
cuando se percataron de la presencia de una hielera de unicel que se encontraba
en el acotamiento y que les llamó la atención.
Uno de ellos sí se detuvo para ver qué
contenía dicha hielera y al aproximarse descubrió en el interior un par de
bolsas de plástico en color negro y sobre éstas dos credenciales, que
correspondían a dos individuos que los acreditaban como elementos en activo de la AFI y la Policía Ministerial.
También descubrió el narco-mensaje, en el
que estaban escritas amenazas en contra de las corporaciones policiacas, por lo
que decidió no tocar nada y dar parte a las autoridades de Sinaloa.
Al lugar arribaron peritos de la Procuraduría de
Justicia, que revisaron las bolsas negras y confirmaron que contenían las
cabezas de los dos efectivos mencionados, por lo que las trasladaron a la
ciudad de Los Mochis.
Trascendió que tanto Ubaldo como Luis
Alonso fueron privados de su libertad el lunes 10 de junio por un comando
armado, que se les torturó hasta ser ejecutados y finalmente se les decapitó,
sin que hasta el momento se hubiera encontrado el resto de sus cuerpos.
Las autoridades de Sinaloa aún
investigaban el móvil de la doble ejecución.
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