AGUASCALIENTES, AGS.- La madre de dos sicarios de "La Oficina", actualmente arraigados, fue detenida por agentes de la Policía Ministerial ya que pretendió introducirles un envoltorio con cocaína a la casa de arraigos de la Procuraduría de Justicia, en el oriente de la ciudad, donde cumplen la medida cautelar.
Dicha mujer dijo llamarse Zoila Reyna Medina, de 52 años y con domicilio en la colonia Las Flores, madre de los sicarios Jorge Luis (a) "El Muerto" y Francisco Javier (a) "El Paco" y/o "El Villa", de apellidos Villanueva Reyna.
Ambos están arraigados ya que se les acusa de haber participado en las ejecuciones de Juan Ramón Parra Rincón, el jueves 13 de septiembre cuando salía de su casa en el fraccionamiento Morelos, y de Paola Alejandra Romo Morales, el sábado 29 de septiembre tras salir de una estética en el fraccionamiento residencial Jardines de la Luz, al sur de la capital.
Además, del intento de ejecución de Gilberto Vázquez Juárez, el miércoles 29 de agosto de este año en su casa en el fraccionamiento Benito Palomino Dena.
"El Muerto" fue arrestado por agentes ministeriales el martes 2 de octubre, tras sorprenderlo circulando a exceso de velocidad en una motocicleta en calles de la zona centro, decomisándole un envoltorio con 4.93 gramos de cocaína.
Posteriormente, el viernes 5 de octubre, capturaron a su hermano "El Paco" junto con su amigo Oscar Alejandro Reyes López (a) "El Vaquero", en la esquina de las calles Emiliano Zapata y Antonio Arias Bernal de la zona centro, asegurándoles, al primero, una bolsa con 52 dosis de cocaína con un peso de 3.30 gramos, y al segundo, una bolsa con 12 envoltorios con la misma droga con un peso de 1.48 gramos.
Los tres confesaron ser miembros de la organización criminal "La Oficina" y que tomaron parte en los hechos ya mencionados, por lo que se les arraigó junto con otros integrantes del grupo que igualmente fueron arrestados por los investigadores.
El viernes 19 de octubre, Zoila acudió a visitar a sus hijos a la casa de arraigos de la fiscalía estatal, llevándoles alimentos y ropa limpia.
Al filo del mediodía arribó al inmueble de seguridad con una bolsa de plástico con la ropa en el interior y la comida, por lo que uno de los agentes ministeriales comisionado para la vigilancia del lugar procedió a revisarla.
Al registrar las prendas de vestir, detectó un pequeño bulto dentro de la bolsa izquierda de un pantalón azul marino, el cual extrajo y comprobó que era una dosis de cocaína.
El investigador reportó lo anterior al comandante de guardia, que a su vez solicitó la intervención del Ministerio Público, que acudió a la casa de arraigos para dar fe de los hechos y ordenar la detención de la mujer y el aseguramiento de la droga y los demás objetos que cargaba consigo.
Al rendir su declaración, Zoila manifestó que desconocía la presencia de la droga en el pantalón de su hijo, explicando que el mismo viernes salió de su casa para ir a visitar a sus vástagos a la casa de arraigos y que la ropa que les llevaba para que se cambiaran la tomó de una bodega ubicada en la colonia La Soledad, donde ellos tenían guardadas sus pertenencias.
Indicó que ella nunca revisó las bolsas de los pantalones que les llevaría a sus hijos, ya que solamente los guardó en la bolsa de plástico y luego fue a comprarles comida para enseguida dirigirse a la casa de arraigos, donde fue arrestada.
A pesar de su argumento, Zoila quedó a disposición del AMP para que se le deslindaran responsabilidades.
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