AGUASCALIENTES, AGS.- El delegado del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Jesús María Rodríguez Hernández, indicó recientemente en una charla informal, el motivo de por qué desde el 2009 el hoy gobernador del Estado, Carlos Lozano de la Torre, se brincó literalmente todas las trancas habidas y por haber, y actualmente les meten freno a todos aquellos que hacen su lucha públicamente para quedarse con la candidatura a la alcaldía.
Por lo que cada quince días en un restaurante del barrio El Encino ofrecía ruedas de prensa como parte de su precampaña rumbo a la candidatura a gobernador, en donde aparecía públicamente y hablaba de la agenda política nacional y obviamente también de lo local.
Tan molesto fue en su momento para otros priístas que aspiraban al mismo cargo esa situación que el entonces dirigente local, Isidoro Armendáriz García, en una rueda de prensa celebrada en la sede del tricolor exigió que expulsaran a Lozano de la Torre porque no respetaba los tiempos ni siquiera al edificio porque hacía sus entrevistas fuera del partido.
Finalmente, todos sabemos en qué terminó esa situación. Hoy en día, Isidoro es un ánima política, desgastada y muy debilitada, prácticamente desapareció del mapa, mientras que Lozano de la Torre saborea el triunfo y está en los cuernos de la luna en el Poder Ejecutivo.
La justificación que dio a esa situación de por qué ahora el gobernante exige freno a los acelerados y que se apeguen a los "tiempos" que marque el partido cuando él no los respetó; es la siguiente.
"El asunto es que ahora sí hay jefe político, que es el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, y antes no había, por eso se valía y se permitía acelerarse, ahora no. Existe un libro de reglas de oro en la política no escritas. Ahora los priístas tenemos que disciplinarnos a los tiempos que nos señale nuestro jefe político", dijo Jesús María Rodríguez.
Igualmente, señaló que de los 32 aspirantes a la candidatura a la Presidencia Municipal de esta capital, en realidad sólo 5 tienen posibilidades de serlo, aunque no mencionó nombres y de ahí obviamente saldrá uno que será el ungido.
La duda estriba como siempre en saber si habrá imposición o llegará de manera consensuada esa peleada posición, aunque a decir de Rodríguez Hernández, "habrá una encuesta externa, porque a nadie le sirve un candidato que este fuerte adentro del partido y afuera no tenga las canicas suficientes para ganar la elección".
Veremos qué sucede, sí se cumple lo de la encuesta o será nuevamente el dedo quien incline la balanza hacia equis o ye aspirante y lo que de ello derive.
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