AGUASCALIENTES, AGS.- Degollado fue asesinado un empleado de una ferretería la madrugada del jueves 12 de julio en un camino de terracería que conduce a la comunidad Los Parga, al sur de la ciudad, donde fue localizado por unos panaderos y un repartidor de leche que pasaron por el sitio al estar trabajando.
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El individuo fue catalogado como un hombre sin vicios ya que no consumía bebidas embriagantes ni drogas, era fanático del béisbol, no tuvo ingresos a las celdas de la Policía Ministerial y aparentemente no tenía problemas con nadie, por lo que se desconocían las razones por las que fue asesinado.
De antemano, las autoridades ministeriales descartaron que el empleado hubiera sido víctima de un "levantón", además de que concluyeron que su asesinato no tenía nada que ver con el crimen organizado, aunque los agentes del grupo Homicidios ya realizaban las pesquisas correspondientes para resolver el caso.
El empleado fue identificado como Eduardo Esparza Mata, contaba con aproximadamente 44 años de edad, era casado y al parecer trabajaba en una ferretería ubicada en la zona centro de la ciudad.
Su cuerpo fue localizado alrededor de las 07:20 horas en el mencionado camino de terracería, cerca del entronque con la carretera 77 Los Arellano-zona de tolerancia "Las Violetas".
Eduardo salió de su casa por su propio pie entre la noche del miércoles y madrugada del jueves, aunque a sus familiares no les dijo a dónde iba o con quién o quiénes. De hecho, esa fue la última vez que sus parientes lo vieron con vida.
El empleado se retiró con alguien y fue llevado al camino de terracería a Los Parga, donde fue degollado de manera espantosa, alrededor de las 5 de la madrugada, tras de lo cual su o sus victimarios se dieron a la fuga y dejaron su cuerpo tirado en el piso.
Minutos después de las 7 de la mañana por el lugar pasaron dos panaderos a bordo de una camioneta Nissan en color blanco y un repartidor de leche en una camioneta en color tinto, quienes observaron el cuerpo del hombre y se dieron cuenta de la impresionante herida que tenía en el cuello y la gran cantidad de sangre que había perdido, por lo que se retiraron y dieron parte a las autoridades.
Al sitio acudieron oficiales de la Policía Preventiva y paramédicos de la Cruz Roja, que certificaron el deceso de Eduardo, por lo que luego hicieron acto de presencia el Ministerio Público, agentes del grupo Homicidios y elementos de Servicios Periciales, que acordonaron el área para iniciar las primeras investigaciones.
El cadáver del empleado fue localizado boca arriba, a la orilla del camino de terracería, con su brazo izquierdo sobre el pecho y la mano cerrada y el brazo derecho levantado hacia la cabeza. Vestía una camisa en color blanco con cuadros en colores amarillo y gris, un pantalón de mezclilla azul, trusa en color blanco y calcetines azules, además de que no traía zapatos.
El cuerpo presentaba una herida en la palma de la mano derecha, catalogada como defensa, y otra bastante profunda en el cuello, que fue la que le quitó la vida. Incluso, a la altura de la cabeza, los investigadores observaron una gran cantidad de sangre, con lo que se dedujo que el empleado fue asesinado en ese mismo lugar.
Terminadas las diligencias de ley, el cuerpo de Eduardo fue levantado y trasladado al Servicio Médico Forense para la práctica de la autopsia de ley y posteriormente fue identificado y reclamado por sus familiares, que dijeron desconocer quién o quiénes lo asesinaron y los motivos que tuvieron para hacerlo ya que, según ellos, no tenía problemas con nadie.
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