Ya van 24 suicidios en el año y contando...
AGUASCALIENTES, AGS.- Un joven bibliotecario del Congreso del Estado protagonizó el suicidio 24 del año al ahorcarse en su domicilio por causas que no fueron establecidas ya que sus familiares dijeron que no tenía problemas con las drogas, el alcohol ni económicos.
El ahora occiso respondió al nombre de Fernando Javier Paredes Milonás, contaba con 34 años y tuvo su domicilio en la calle Primo Verdad número 332-A de la zona centro.
Vivió en unión libre con una mujer identificada como Edna Rodríguez, con quien procreó una hija, actualmente de 2 años de edad.
El pasado sábado la pareja y su primogénita acudieron al domicilio de los padres de Francisco Javier, en la calle Hornedo de la misma zona centro, donde estuvieron conviviendo de manera normal.
El pasado lunes Edna se fue a Puebla, de donde es originaria, junto con su hija, por lo que el bibliotecario se quedó solo, ignorándose si tuvieron alguna discusión.
Desgraciadamente Francisco Javier aprovechó que se quedó solo en la casa para atentar contra su vida, ahorcándose en el cuarto de baño con un lazo de plástico en color amarillo que amarró a su cuello y al tubo de la regadera.
El martes, a las 08:25 horas, a la vivienda llegó la empleada doméstica, Sanjuana Salazar García, de 28 años y con domicilio en la calle Maguey número 107 de la colonia El Riego, que comenzó a hacer el aseo en la sala y después en la cocina.
Al terminar se dirigió al sanitario, pero al entrar descubrió el cuerpo suspendido de su patrón, por lo que se asustó y salió, dirigiéndose a la casa de los padres de Francisco Javier para ponerlos al tanto de lo sucedido y después volver al domicilio, llamando a los servicios de emergencia.
Al lugar acudieron policías preventivos y paramédicos, que confirmaron el deceso del bibliotecario, por lo que el Ministerio Público se presentó a dar fe del suicidio.
A la vivienda arribaron también el padre del occiso, Fernando Paredes Sánchez, de 66 años, y su hermano Leonardo Paredes Milonás, de 24, que dijeron a las autoridades que desconocían los motivos por los que Francisco Javier se quitó la vida ya que, aparentemente, no tenía problemas de ningún tipo.
Elementos de Servicios Periciales levantaron el cuerpo del bibliotecario y lo trasladaron al SEMEFO, donde se le practicó la autopsia y se estableció que murió de una insuficiencia respiratoria aguda consecutiva a asfixia por ahorcamiento.
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