RINCON DE ROMOS, AGS.- En el fondo de una barranca, a 18 metros de profundidad, fue encontrado el cadáver de un hombre ya en estado de putrefacción y comido por animales carroñeros, presumiéndose que habría sido asesinado y luego arrojado al fondo de ese lugar en esta cabecera municipal.
Las autoridades ministeriales ya realizaban las investigaciones correspondientes para determinar si efectivamente se trataba de un homicidio, ya que en la parte superior de la barranca encontraron unas monedas tiradas, una piedra con huellas de sangre y huellas de arrastre, indicios que hacían presumir el asesinato del hombre, que no había sido identificado hasta el momento.
El hallazgo fue hecho la tarde-noche del pasado viernes 2 de mayo y el cuerpo fue rescatado hasta la madrugada del sábado 3.
Tres hermanos acudieron a buscar leña a la barranca de la comunidad Santa Elena de la Cruz, ubicada en este municipio, en los límites con San José de Gracia.
A la distancia, se percataron que no traía playera y que vestía pantalón de mezclilla en color negro y tenis de tela en color azul marino, por lo que uno de los hermanos se retiró para reportar el hallazgo a los servicios de emergencia.
Oficiales de la Policía Preventiva rinconense se trasladaron al lugar y el reportante los llevó hasta la barranca para que confirmaran la presencia del cadáver.
Poco después, al lugar arribaron elementos del cuerpo de Bomberos Estatales y Municipales, así como de Protección Civil, además de policías estatales y de Pabellón de Arteaga.
Un bombero descendió y confirmó que el hombre ya había fallecido, por lo que se dio aviso a las autoridades ministeriales para que tomara cartas en el asunto, presentándose en el sitio el Ministerio Público, agentes del Grupo Homicidios y peritos de Servicios Periciales para realizar las diligencias correspondientes.
El cuerpo se encontraba a una profundidad de 18 metros y escondido entre la maleza, en la barranca ubicada en la terracería que conduce de Rincón de Romos a las comunidades Ejido Morelos y Santa Elena de la Cruz.
Uno de los peritos también fue descendido para que verificara las condiciones del cadáver, constatando que se encontraba en estado de descomposición y que presentaba signos de haber sido carcomido en varias partes por animales carroñeros.
Al parecer, el hombre tenía entre 3 y 4 días de haber fallecido y presentaba fracturas en todo el cuerpo.
El cadáver fue embolsado y luego colocado en una camilla rígida para ser llevado hasta la parte superior de la barranca, labores que se prolongaron por varias horas y concluyeron en la madrugada del sábado.
Al individuo no se le encontraron documentos o credenciales que permitieran su identificación, además de que los que lo encontraron manifestaron que no lo conocían, por lo que permanecía como desconocido.
Al inspeccionar el lugar, los investigadores encontraron en la orilla de la barranca unas monedas tiradas, además de que detectaron una piedra con huellas de sangre y huellas de arrastre, por lo que se presumió que el hombre fue asesinado y luego arrastrado para ser arrojado al fondo de la barranca.
El cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense para que se le practicara la autopsia de ley y conocer las causas de su muerte.
Además, se investigaba si el individuo era una persona reportada como desaparecida desde hacía aproximadamente un mes en la comunidad del Ejido Morelos, perteneciente al municipio de Rincón de Romos.
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