* En 1996, en Zapopan, mató de un balazo a un sujeto que se iba a meter a robar a una granja
AGUASCALIENTES, AGS.- Agentes de la Policía Ministerial capturaron en esta ciudad a un homicida que era buscado por las autoridades del Estado de Jalisco desde hace 17 años, tiempo en el que estuvo a salto de mata hasta que decidió esconderse en esta entidad, donde pasó desapercibido por algún tiempo, por lo que ahora se encuentra ya a disposición de las autoridades correspondientes.
Se trata de Salvador López Ramírez y/o Jaime Humberto Miranda Armenta, de 60 años de edad, quien tenía su domicilio en la colonia Vistas del Sauz en el municipio de Jesús María, donde fue detenido.
Fue la 11 Sala del Supremo Tribunal de Justicia con sede en el Estado de Jalisco la cual emitió la orden de aprehensión en contra de este hombre, que está siendo acusado por el delito de homicidio doloso calificado.
Al obtener los agentes ministeriales del vecino Estado elementos que les llevaban a concluir que el ahora detenido tenía su domicilio en esta entidad, solicitaron a través de un oficio de colaboración el apoyo de la Procuraduría General de Justicia de Aguascalientes para tratar de localizarlo.
Fue así que iniciaron las investigaciones y lograron dar con el presunto responsable tras un operativo realizado en calles del municipio de Jesús María donde fue detenido, luego de esto se informó a los elementos del Estado de Jalisco, quienes lo trasladaron a las instalaciones del penal de Puente Grande.
De acuerdo a lo que se logró conocer en torno al homicidio, los hechos se registraron el 18 de octubre de 1996 en el municipio de Zapopan, Jalisco, cuando este sujeto trabajaba como velador de una granja ubicada en el antiguo camino a San Francisco Tesistán.
Alrededor de la medianoche, escuchó ruidos en una de las bardas que limitan la propiedad donde trabajaba, por lo que se acercó al lugar y descubrió a un sujeto que pretendía entrar al lugar tras brincar la barda, en ese momento le gritó, pero el delincuente al verse descubierto sacó de entre sus pertenencias un arma de fuego con la cual lo amagó.
Sin embargo, este ladrón no sabía que Salvador también contaba con un arma de fuego, concretamente una escopeta que le había asignado para realizar su trabajo, por ello al verse amenazado, sin pensar decidió disparar al ladrón que al ver el cañón del arma decidió mejor darse a la fuga.
Al verlo caer, Salvador salió del predio y se encontró con el cuerpo de Rafael Villalobos Valdez, el cual se encontraba ya sin vida, por lo que decidió enterrarlo en una orilla de la misma granja cerca de unas caballerizas.
Ahí llevó arrastrando el cuerpo y tras excavar por varias horas colocó el cuerpo del hoy occiso en el interior, para luego cubrirlo con tierra, así se retiró del lugar como si nada hubiese pasado, luego le llamó a su patrón para decirle que necesitaba hablar con él, pues se había suscitado un problema.
Al llegar, el propietario no encontró a Salvador, ni sus cosas, fue semanas después, cuando familiares del hoy occiso fueron a buscarlo al predio donde había muerto, pues varios de los vecinos lo habían visto merodeando por el lugar, así cuestionaron al propietario de la granja, quien les comentó que no sabía nada de él.
Sin embargo, cuando le insistieron en que les permitiera entrar a buscarlo, recordó lo que le había dicho su velador, así recorrieron el lugar y al acercarse a una de las caballerizas, vieron la tierra removida, además de percibir un olor muy desagradable, por lo que decidieron remover la tierra y al hacerlo se encontraron con el cuerpo de Rafael.
En ese momento dieron aviso al servicio de emergencia y luego de que fuera trasladado el cuerpo de este hombre a las instalaciones del SEMEFO, se determinó que había fallecido tras recibir un disparo por arma de fuego en la cabeza, que resultó ser la escopeta perteneciente al propietario del lugar.
En una primera instancia el presunto responsable fue detenido en un domicilio en el municipio de Lagos de Moreno, tras lo cual fue llevado al penal de Puente Grande, sin embargo, el juez encargado del caso determinó que no había delito qué perseguir y le dictó el auto de libertad.
Sin embargo, el fiscal estatal decidió apelar la decisión, tras lo cual se revisó el caso y así fue como se obtuvo la orden de aprehensión que ya fue cumplimentada con su detención.
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