* Autoridades ya analizan si procederán en contra de un médico en el IMSS por negligencia.
UNION DE SAN ANTONIO, JALISCO.- Personal de la fiscalía de Unión de San Antonio, así como peritos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses(IJCF), acudieron al panteón de Tlacuitapa para exhumar el cuerpo del menor Jonathan que presuntamente falleció por bullying, quienes tuvieron el apoyo de Protección Civil Municipal de San Juan de Los Lagos.
El vocero de la Fiscalía General, Lino González Corona, informó que la exhumación se dio por órdenes del Ministerio Público de Unión de San Antonio, pues los estudios realizados al momento no han arrojado una razón concluyente sobre lo que provocó la muerte del menor: si bien se sabe que hubo neumonía e infarto cerebral, ahora buscarán en el menor si la infección en los pulmones fue provocada por bacterias que hayan procedido de heces fecales al aspirar el agua contaminada que al parecer le ocasionó la enfermedad respiratoria.
El caso de Jonathan Ortiz Ávalos cobró importancia por presumirse que falleció a consecuencia del maltrato que recibía por parte de uno de sus compañeros en la escuela primaria a la que asistía, la Valentín Gómez Farías, en este municipio.
La exhumación del niño se dio alrededor de las 11:00 horas en el cementerio de la comunidad de Tlacuitapa, perteneciente a Unión de San Antonio, Jalisco, y los padres del menor lo consintieron; los análisis por parte de personal forense se realizaron de inmediato.
Sobre los avances de la investigación, Corona anticipó que al momento han sido llamados a comparecer once personas, entre las cuales se encuentran cuatro menores, entre ellos, el agresor.
Tanto éste como el resto han negado los señalamientos; también, aseguró que no sumergió a su compañero en agua de escusado; y los otros, que no vieron nada de lo que antes habían declarado; Sin embargo, se encontró a otro menor, un vecino de Jonathan, que al parecer tuvo conocimiento del acoso, toda vez que su amigo le comentó de las agresiones que sufría.
En una primera investigación, se concluyó que Jonathan Ortiz Ávalos falleció por "insuficiencia respiratoria secundaria a neumonía, coadyuvada por infarto cerebral", según se desprende del resultado de la necropsia que se le practicó al infante por parte de personal del Servicio Médico Forense el 9 de marzo pasado.
La neumonía --y consecuente insuficiencia respiratoria-- se presume que fue causada por aspiración de agua y líquido al que fue sometido, según valoración del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que sin embargo no abunda sobre la presencia de los agentes patógenos.
Según testimonio de sus familiares, desde el 18 de febrero pasado se notaban signos de depresión en el niño: "(la madre) lo notó triste por la mañana, con disminución de apetito y somnoliento por la tarde, incrementándose la disminución del apetito al día siguiente, motivo por el cual lo lleva a la Unidad de Medicina Familiar donde manifiesta también dolor abdominal", detallan los resultados de la necropsia en los antecedentes.
Al no mostrar signos de mejora, lo llevaron nuevamente a revisión el 20 de febrero, cuando se le diagnosticó hipertensión arterial. Se le envía entonces al Hospital General de la zona 177. Ahí, al intentar realizar una tomografía, presentó paro cardiorrespiratorio y después se convulsionó, por lo que se envió ahora al Centro Médico de Occidente; durante su traslado presentó dos paros cardiacos el niño de siete años.
En el hospital se le suministran antibióticos tras ser valorado por una infectóloga. Añade el documento: "Como dato de interés, se refiere que Jonathan comentaba que era molestado por unos niños, llegando incluso a la violencia física", por tal motivo autoridades ya investigan a un médico del IMSS en Lagos de Moreno en caso de haber incurrido en negligencia médica.
Los antecedentes concluyen con que el 9 de marzo Jonathan presentó nuevo paro cardiorrespiratorio a las 09:00 horas; se le reanima, y una hora después ocurre otro, "el cual fue irreversible a las maniobras avanzadas de reanimación cardiopulmonar durante 30 minutos, declarando su fallecimiento a las 10:30 horas del 9 de marzo de 2013".
En el estado como se recibió el cuerpo para practicarle la autopsia se aclara que éste presenta livideces en la parte posterior, en aparente buen estado de nutrición "sin signo alguno de violencia física externa".
La necropsia revela que en el cráneo se apreció el encéfalo reblandecido y edematizado, con hemorragia intracerebral sin evidencia de trauma óseo. En el tórax, los pulmones se encontraban aumentados y congestionados "con presencia de un exudado fibrino-purulento entremezclado con sangre". La pelvis no tenía alteraciones traumáticas. La necropsia deduce de lo anterior la muerte por insuficiencia respiratoria e infarto cerebral.
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