3 de agosto de 2012

¡Se suicidó un septuagenario de un balazo en la cabeza!

Fue en la zona centro; padecía de depresiones

 

AGUASCALIENTES, AGS.- Un hombre de 75 años de edad protagonizó el suicidio 72 del año la tarde del pasado jueves 2 de agosto en su domicilio de la zona centro, ya que se dio un balazo en la cabeza con un arma de fuego corta calibre 25 tras amarrarse una soga al cuello, debido a que padecía de depresiones.

El finado fue identificado como Ernesto Alejandro Hernández Barbosa, que fue vecino de la calle Larreategui número 316 casi esquina con Plan de Ayutla, en el primer cuadro de la ciudad.

De acuerdo a información obtenida de manera extraoficial, desde hacía tiempo, el septuagenario se encontraba bastante deprimido, por lo que sus familiares decidieron llevarlo con un especialista, que le recetó varios medicamentos, los cuales tomaba como se lo indicaron, aunque al parecer no tuvo ninguna mejoría.

La mañana del jueves, al estar en su casa, su esposa lo notó bastante inquieto, ya que entraba y salía de las habitaciones y no se estaba en un solo lugar por mucho rato, por lo que le preguntó que si ya se había tomado sus medicinas y le contestó que si.

Ya por la tarde, aprovechando que su mujer no lo veía, el septuagenario se dirigió al patio posterior, concretamente a un cubo de luz, llevando consigo un lazo de plástico y el arma de fuego calibre 25.

Ernesto Alejandro se subió a una silla para atar un extremo de la cuerda a una protección y el otro a su cuello, tras de lo cual tomó la pistola y se dio un tiro en la sien derecha.

Al escuchar el balazo, su mujer acudió de inmediato al patio y se dio cuenta de lo sucedido, por lo que salió a pedirles ayuda a sus vecinos, que entraron a la vivienda.

Al observar suspendido al hombre cortaron la soga y luego se comunicaron a los servicios de emergencia para reportar lo ocurrido.

Instantes después, arribaron oficiales de la Policía Preventiva y paramédicos de la Cruz Roja en la ambulancia 13, que confirmaron que Ernesto Alejandro ya había dejado de existir a causa del balazo que se dio en la cabeza.

Posteriormente, llegaron el Ministerio Público, que dio fe del suicidio, agentes del grupo Homicidios, que se encargaron de llevar a cabo las primeras investigaciones, y elementos de Servicios Periciales, que levantaron el cuerpo para trasladarlo al SEMEFO, donde se le practicó la autopsia de ley.

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