AGUASCALIENTES, AGS.- El suicidio 62 del año se consumó en el fraccionamiento José López Portillo la madrugada del lunes 16 de julio y lo protagonizó un joven fontanero que se ahorcó en la cochera de su casa debido a que padecía de constantes depresiones emocionales.
El ahora occiso respondió al nombre de Ricardo Córdova Villalobos, contaba con 27 años de edad y tuvo su último domicilio en la casa marcada con el número 308 de la calle Macario Sarabia en "La Barranca".
El joven se mató con un lazo de plástico que amarró a su cuello y a la estructura de unas escaleras metálicas ubicadas en la cochera del inmueble.
Las autoridades confirmaron que Ricardo vivía con su madre María Dominga Villalobos Galaviz, de 61 años, y que trabajaba en una empresa contratista o también realizaba trabajos por su cuenta.
Desde hacía tiempo, Ricardo sufría depresiones, por lo que permanecía triste durante varios días o hasta meses, aunque ni a su madre le contaba por qué se sentía de esa manera.
Además, cuando se entristecía, le daba por consumir bebidas embriagantes.
El domingo 15 de julio estuvo con su madre, que lo vio muy tranquilo, por lo que ella aprovechó para comentarle que un amigo la había invitado a bailar, a lo que éste le dijo que saliera a divertirse.
Ya por la noche, la mujer se retiró con un amigo, por lo que el joven se quedó solo en su casa.
A las 00:00 horas, María Dominga le habló por teléfono y platicaron unos instantes, pero luego ella siguió divirtiéndose.
Aprovechando que estaba solo, Ricardo decidió suicidarse y se colgó en la cochera.
Alrededor de las 3 de la madrugada ya del lunes 16, María Dominga volvió al domicilio y observó encendida la luz de su recámara, en la planta alta de la finca, por lo que sospechó que su hijo la estaba esperando.
Al ingresar a la cochera vio su silueta, por lo que le habló por su nombre pero no tuvo respuesta y al aproximarse se percató que estaba suspendido con el lazo, por lo que de inmediato lo descolgó y aún lo sintió caliente.
La mujer acostó a su hijo en el piso y le habló a su amigo con el que había ido a bailar para pedirle ayuda, por lo que éste se comunicó a los servicios de emergencia para reportar lo sucedido.
Instantes después, al domicilio acudieron policías preventivos y paramédicos del ISSEA en la ambulancia ECO-272, que revisaron al joven fontanero y constataron que ya había fallecido.
El Ministerio Público se trasladó al lugar para dar fe de los hechos, y mientras agentes del grupo Homicidios realizaban las investigaciones correspondientes, elementos de Servicios Periciales levantaron el cuerpo del finado y lo trasladaron al SEMEFO para la práctica de la autopsia de ley.
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