REDACCION
MEXICO, D.F.- Las periodistas Marcela Yarce y Rocío González Trápaga, fueron
privadas de su libertad por varios sujetos en el sur del Distrito
Federal y horas después, aparecieron sus cadáveres en un deportivo
en la Delegación Iztapalapa. Las occisas estaban desnudas, atadas
de pies y manos, tenían un lazo alrededor del cuello -una de ellas
amordazada- y envueltas con una lona; además se conoció que ambas
presentaban heridas de arma de fuego en el pecho.
De acuerdo a
las primeras investigaciones de la Procuraduría General de
Justicia del Distrito Federal, Marcela Yarce actualmente formaba
parte del equipo de trabajadores de la revista "Contra Línea", en
tanto que Rocío González Trápaga se había retirado del periodismo
después de trabajar por varios años para una empresa televisora y
actualmente laboraba en una casa de cambio del Aeropuerto
Internacional de la Ciudad de México.
Debido a lo relevante
del caso, la Fiscalía de la PGJDF en Iztapalapa, se declaró
incompetente para la investigación, por lo que de inmediato el
expediente fue atraído por la Fiscalía Central de Investigación para
Homicidios de la Procuraduría capitalina.
El doble
asesinato contra las dos periodistas ha causado indignación y
preocupación entre los comunicadores. En tanto que personal de la
Coordinación General de Servicios Periciales de la PGJDF, llevan a
cabo exhaustivas investigaciones y analizan todas las evidencias
encontradas en el lugar donde fueron encontrados los cadáveres de
las dos periodistas, a fin de obtener información que los lleve al
esclarecimiento de este doble asesinato.
De acuerdo a las
primeras investigaciones de la Procuraduría capitalina, fue la
noche del miércoles 31 de agosto del presente año, cuando las dos
comunicadoras se encontraban en el sur del DF. Debido a que ambas no
llegaban a sus respectivos domicilios, los familiares de ambas
mujeres se presentaron a denunciar su desaparición.
Sin
embargo, fue ayer alrededor de las 7:00 horas cuando algunos
deportistas descubrieron los cuerpos de las mujeres en una cancha de
futbol del deportivo El Mirador, localizado en la Delegación
Iztapalapa.
Los testigos de inmediato dieron parte a la
policía uniformada, misma que tras corroborar el hallazgo de los
cuerpos acordonó el lugar, al tiempo que informó a las autoridades
ministeriales.
El hallazgo fue reportado esta mañana por dos
personas que se percataron de los cuerpos a espaldas del panteón San
Nicolás Tolentino, localizado en Avenida Morelos sin número de la
referida colonia en la Delegación Iztapalapa. Los cadáveres
presentaban huellas, al parecer, de
estrangulamiento.
Elementos de la Policía de Investigación
recibieron el reporte para que se presentaran en la esquina de
Avenida Morelos y Luis Donaldo Colosio, donde se encontraban los
cuerpos de ambas féminas.
Al lugar también arribó el
representante social acompañado de peritos en criminalística,
fotografía y química, quienes iniciaron las diligencias
correspondientes y fue entonces cuando se logró descubrir que las
occisas estaban desnudas, atadas de pies y manos, tenían un lazo
alrededor del cuello, además que ambas estaban envueltas en una lona
azul.
Autoridades ministeriales, periciales y agentes de la
Policía de Investigación realizaron la inspección ocular y
recogieron toda evidencia que los lleve al esclarecimiento de este
doble asesinato contra las dos comunicadoras.
Como parte de
las indagaciones, se busca a posibles testigos de los hechos para
integrarlos en la averiguación previa correspondiente, que se inició
por el delito de homicidio doloso.
Al ser identificadas las
periodistas, el ministerio público de Iztapalapa 7 se declaró
incompetente sobre el caso, por lo que turnaron la averiguación
previa a la Agencia Especializada para la Atención del Delito de
Femicidio, adscrita a la Fiscalía Central de Investigación para la
atención del Delito de Homicidio.
La Procuraduría General de
Justicia del DF continúa las indagaciones, a fin de conocer los
motivos por los que fueron privadas de su libertad y asesinadas. Como
parte de la investigación se busca conocer el lugar dónde fueron
sorprendidas por varios sujetos quienes las privaron de su libertad,
en un intento por obtener información que los lleve a obtener
imágenes de alguna cámara de circuito cerrado de quienes se
llevaron a las comunicadoras.
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