¡Infierno en Loreto!

* Delincuentes dejaron la cabeza de una mujer a un lado de la Presidencia Municipal junto con un narco-mensaje
* Enseguida, se registraron varios enfrentamientos a balazos entre "malandros" y las fuerzas del orden, lo que obligó al cierre de negocios y a sus habitantes a refugiarse
* Marinos y policías federales mantienen un intenso operativo para controlar la situación

 

LORETO, ZAC.- La mañana de hoy (viernes 21 de septiembre) se convirtió en un verdadero infierno este Ayuntamiento, ya que presuntos delincuentes "sembraron" la cabeza de una mujer, junto con un narco-mensaje, a un lado de la Presidencia Municipal, y luego se enfrentaron a balazos con elementos de la Secretaría de Marina y de la Policía Federal.

Al momento de redactar la presente, no se había reportado ningún saldo, por lo que se desconocía si hubo víctimas mortales, lesionadas o personas detenidas.

La intensa y trágica jornada en Loreto empezó desde temprana hora, luego de que las autoridades tuvieron conocimiento sobre la presencia de una cabeza humana en plena plaza principal.

Al acudir al sitio, los policías detectaron una cavidad cefálica que era de una persona del sexo femenino y la cual yacía junto con un narco-mensaje, cuyo contenido no se había revelado hasta el momento.

Tanto la cabeza como el escrito fueron asegurados por elementos del Servicio Médico Forense, mientras que se organizó un operativo para tratar de localizar el resto del cuerpo, lo cual no se había conseguido todavía.

El hallazgo, según se confirmó, tuvo lugar a pocos metros de distancia del inmueble de la Presidencia Municipal de Loreto.

Posteriormente, se reportaron una serie de enfrentamientos entre delincuentes y marinos y policías federales.

Los elementos realizaban patrullajes de vigilancia cuando se toparon con los "malandros", que los agredieron con disparos de arma de fuego, por lo que repelieron el ataque de la misma forma.

Al parecer, las balaceras se sucedieron una tras otra, por lo que los comerciantes decidieron cerrar sus negocios ante el temor de ser alcanzados por los proyectiles, mientras que otros decidieron refugiarse en sus casas.

Las calles quedaron desiertas a causa de los tiroteos, convirtiéndose aquello en un verdadero estado de sitio.

A la escritura de estas líneas, los marinos y policías federales mantenían un operativo para tratar de controlar la situación, aunque los habitantes estaban atemorizados por lo que sucedía.