21 de mayo de 2012

Policía vial asesinó a su esposa

Le dio un balazo en el abdomen, el dice que fue accidental...

  • Ya fue cesado de la corporación y la Procuraduría de Justicia le inició una averiguación previa como si la hubiera matado intencionalmente
AGUASCALIENTES, AGS.- Un elemento de Tránsito Municipal (Policía Vial) asesinó a su propia concubina de un balazo en el abdomen la madrugada del domingo 20 de mayo en su domicilio en el fraccionamiento Jardines de la Cruz.
En sus primeras declaraciones, el oficial aseguró qué le disparó de manera accidental, pero la Procuraduría de Justicia le inició una averiguación previa por el delito de homicidio doloso calificado, es decir, como si la hubiera matado intencionalmente.
La víctima, tras los hechos, fue trasladada de urgencia al Hospital Miguel Hidalgo, pero horas después perdió la vida.
Sus familiares informaron a las autoridades ministeriales que el policía vial la trataba mal, pero que ella nunca lo había denunciado, al parecer porque le tenía temor, sospechando que la bale¢ dolosamente.
De manera extraoficial se logró conocer que el elemento fue dado de baja inmediatamente de la corporación a causa de lo sucedido y por instrucciones del secretario de Seguridad Pública Municipal, José de Jesús Ortiz Jiménez.
A través de un comunicado, la corporación señaló: "La SSPM lamenta los hechos ocurridos esta madrugada (domingo 20 de abril) y subraya que no se tolerar  ningún tipo de abuso por parte del personal que labora en la institución, con el propósito de seguir fortaleciendo la labor policial", agregando que el todavía uniformado fue detenido por sus propios compañeros y presentado ante el Ministerio Público para las investigaciones correspondientes.
La ahora occisa respondió al nombre de Mónica Patricia Castañeda Veloz, contaba con 36 años de edad, se dedicaba a las labores del hogar y tuvo su domicilio en la calle Cedro número 105 en Jardines de la Cruz.
Intencional o accidentalmente, fue muerta por su concubino Roberto Castillo Prieto, de 46 años y con el mismo domicilio, preso en las celdas de la Policía Ministerial.
En cualquier momento podría ser enviado al CERESO Aguascalientes y consignado ante el juez penal en turno para que se le resuelva su situación legal.
Los hechos ocurrieron en la dirección señalada a las 00:10 horas del domingo, aunque el ama de hogar pereció a las 5 de la madrugada en el HMH.
El policía vial trabajaba de las 11 de la noche a las 7 de la mañana, pero tenía la costumbre de ir a su casa entre las 00:00 y las 01:00 horas para cenar y luego retirarse a seguir laborando.
Aparentemente, tenía días enfermo del estómago y tenía que ir constantemente al baño.
El sábado comenzó a laborar de manera normal en la patrulla 2292, un auto Nissan Altima modelo 2008 en color blanco e incluso traía un escolta, pero posteriormente un comandante se lo solicitó.
Los elementos se reunieron frente a una farmacia en las avenidas Aguascalientes y Arqueros y ahí Castillo Prieto aprovechó para pedirle permiso al comandante de ir a su casa al baño y aparentemente éste accedió.
Al llegar a su vivienda, el uniformado ingresó al sanitario, despojándose de sus fornituras en las que traía el arma de fuego de cargo, una Glock calibre 9 milímetros, el radio de comunicación y hasta la tarjeta electrónica con la que se encendía la patrulla.
Una vez que satisfizo su necesidad fisiológica salió del baño, dándose cuenta que su concubina estaba de pie cerca de la puerta.
Él le preguntó a qué hora se habían quedado dormidas sus dos hijas y ella le contestó que temprano.
Luego, él le comentó que había ido al baño porque aún se sentía mal del estómago pero que ya se iba a regresar a trabajar.
A decir del elemento, en esos momentos, se aproximó a su mujer para darle un beso y al mismo instante pretender acomodar el arma en la fornitura, pero se le disparó accidentalmente debido a que traía un cartucho en la recámara de percusión.
El proyectil hizo blanco en la humanidad de Mónica Patricia, concretamente en el abdomen, por lo que se recargó en la puerta de una recámara. Al verla herida, Roberto aventó la pistola y se le aproximó, preguntándole ella "...qué pasó, qué pasó...".
El oficial de inmediato tomó su radio y llamó a su base para pedir una ambulancia, explicando lo que acababa de ocurrir.
En el domicilio habitaba un hermano del policía vial, Alejandro Castillo Prieto, de 44 años, que estaba dormido en una recámara pero despertó al escuchar el balazo, imaginando que una botella de vidrio se había caído al piso y quebrado.
Al salir de su habitación vio a Mónica Patricia recargada en la puerta de otro cuarto con sus manos sobre el abdomen y a Roberto de pie afuera del baño y llorando, por lo que le preguntó qué ocurrió pero no le contestó.
Después, entre los dos la llevaron a sentar a una cama y poco después llegaron los paramédicos, que la auxiliaron y trasladaron a recibir atención al Hospital Hidalgo.
Roberto se quedó en el domicilio, a donde llegaron varios de sus compañeros, que lo detuvieron y trasladaron a la Policía Ministerial a disposición del AMP.
Enterados de los hechos, agentes del grupo Homicidios acudieron al nosocomio y lograron platicar brevemente con Mónica Patricia, que les dijo que su esposo le había disparado pero que había sido un accidente. Horas después dejó de existir.
Después, junto con el Ministerio Público, se trasladaron al domicilio, donde encontraron y aseguraron el arma de fuego y un casquillo percutido.
Al entrevistar al oficial de la Policía Vial, les dijo que le disparó a su concubina de manera accidental, explicándoles la forma en la que ocurrieron los hechos, pero pese a su versión quedó detenido como si la hubiera asesinado de manera intencional.

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