¡Primera narco-ejecución del 2012: asesinaron a un narcomenudista!

"Sembraron" su cuerpo con el "tiro de gracia" en una terracería del sur…

AGUASCALIENTES, AGS.- La primera ejecución del 2012 quedó al descubierto la mañana del pasado lunes 16 de enero luego de encontrarse el cadáver de un hombre, presunto narcomenudista, con el llamado "tiro de gracia", sobre un camino de terracería que conduce a la Granja Los Lirios, a la altura del kilómetro 7 de la carretera estatal 42, al sur de la ciudad.

El ejecutado fue identificado como Jorge Humberto Morales Soria, contaba con 20 años de edad y tuvo su domicilio en la colonia Insurgentes, donde, al parecer, se dedicaba al tráfico de drogas.

Sus familiares reportaron a las autoridades que fue "levantado" el domingo 15, alrededor de las once de la noche y que ya no volvieron a saber nada de él.

El lunes, alrededor de las diez y media de la mañana, en los servicios de emergencia se recibió el reporte de que en la citada terracería se encontraba el cuerpo tirado de una persona del sexo masculino, por lo que al lugar acudieron oficiales de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal y lo confirmaron, por lo que dieron aviso a las autoridades ministeriales.

También llegaron paramédicos de la Cruz Roja en la ambulancia 14, verificando el deceso del individuo.

Al sitio acudieron poco después efectivos de la Policía Ministerial, el Ministerio Público y personal de Servicios Periciales, que se encargaron de realizar las primeras investigaciones.

El cuerpo del finado lo encontraron tirado en el piso, boca abajo. Vestía una playera en color negro, pantalón de mezclilla en color azul claro y tenis en color blanco.

Al ser registrado, entre sus pertenencias no se le encontró ninguna identificación, observándosele únicamente un tatuaje con el nombre de "CHELA" en el antebrazo izquierdo.

A simple vista se le apreció una herida por impacto de bala en la cabeza, denominada como "tiro de gracia".

Aproximadamente a 30 metros de distancia del cadáver, los investigadores encontraron una cortina de tela en color morado, presumiéndose que en ella fue envuelto el cuerpo del ejecutado al ser tirado en ese lugar, sin que nadie se diera cuenta de ello.

Debajo de la cortina se encontró un dije de delfín en metal amarillo, una cadena también en metal amarillo y una bolsa con algunos dulces. Además, a 15 metros de dicha tela se ubicó un control remoto de un autoestéreo, por lo que todos estos indicios fueron asegurados.

Se estableció que el sujeto fue asesinado en otro lugar y que su o sus victimarios fueron a deshacerse del cadáver al camino de terracería.

Terminadas las diligencias de ley, el cuerpo fue levantado y trasladado al Servicio Médico Forense para la práctica de la autopsia, que confirmó que el individuo murió de una herida de bala en la cabeza, con orificio de entrada en la región occipital y de salida en la región frontal.

Posteriormente el ejecutado fue identificado por sus familiares, que indicaron que fue privado de su libertad desde la noche del domingo y que ignoraban quién o quiénes lo hicieron y las razones por las que lo asesinaron, aunque de manera extraoficial trascendió que se dedicaba al tráfico de drogas para un grupo delictivo.