6 de junio de 2013

Ebrio y malcriado sujeto protagoniza el suicidio 43 del año, luego de ahorcarse

AGUASCALIENTES, AGS.- Un ebrio que robaba objetos a sus familiares y agredía verbalmente a su madre, protagonizó el suicidio 43 del año al ahorcarse en un cuarto de la planta de su casa en la colonia España, donde fue descubierto por su padre a temprana hora del miércoles.
Su padre, en más de una ocasión, le pidió que enmendara su camino y hasta se ofreció a ayudarle a instalar un taller de bicicletas para que se ganara la vida honradamente y aunque siempre le decía que si iba a cambiar, en realidad nunca lo hizo y finalmente decidió ponerle fin a su existencia.

El suicida fue identificado como César Alejandro López González y contaba con 37 años de edad.
No tenía ninguna ocupación y vivió en la casa marcada con el número 204 de la calle Burgos de la colonia mencionada.
El padre del suicida, Juan Armando López Veloz, de 60 años de edad, informó a las autoridades que tomaron conocimiento de los hechos que su primogénito tenía problemas con la bebida desde hacía tiempo ya que acostumbraba emborracharse de manera frecuente, además de que no tenía trabajo.
Fueron varias ocasiones, cuando según él nadie lo veía, entraba al domicilio y se apoderaba de herramienta varia y de otros artículos propiedad de sus familiares con la intención de vender todo y obtener dinero para solventar su vicio.
Muchas veces fueron las que los robó, que sus parientes terminaron por acostumbrarse a sus hurtos para poder seguir tomando, que era lo único que verdaderamente le importaba.
Por si fuera poco, debido a su adicción alcohol, agredía verbalmente a su madre.
Por lo anterior, Juan Armando hablaba con él y le pedía que dejara el vicio y enderezara su camino. De hecho, le ofreció a ponerle un taller de bicicletas para que lo trabajara y dejara el licor.
César Alejandro le decía que si a su papá pero no cambió ya que siguió igual.
El pasado martes el alcohólico llegó a su domicilio en un taxi y como no traía dinero, su papá le dio 50 pesos para que pagara el viaje.
Juan Armando se dio cuenta que su hijo estaba muy nervioso y sospechó que era por la falta de alcohol, aunque nunca imaginó que esa sería la última vez que lo vería con vida.
Y es que César Alejandro aprovechó un descuido para ahorcarse.
El miércoles, alrededor de las 09:15 horas, Juan Armando llegó a su domicilio procedente de su trabajo en una empresa de seguridad y al no ver a nadie se dirigió a un cuarto ubicado en la planta alta de la vivienda, donde a veces descansaba su hijo.
En el lugar observó varias botellas de plástico, que aplastó para que César Alejandro las vendiera luego y se ganara unos pesos.
Sin embargo, al voltear hacia el fondo de la habitación se dio cuenta que su vástago estaba colgado con una cuerda que amarró a una vigueta, por lo que trató de bajarlo pero no pudo hacerlo.
Debido a lo anterior, solicitó ayuda a los servicios de emergencia y al domicilio acudieron policías preventivos en la patrulla 161 y paramédicos del ISSEA en la ambulancia ECO-201, pero al revisar al hombre constataron que ya había fallecido.
Tras lo anterior, al lugar arribaron el Ministerio Público, agentes del grupo Homicidios y elementos de Servicios Periciales para realizar las investigaciones correspondientes y trasladar el cuerpo del occiso al SEMEFO para la práctica de la autopsia de ley.

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