AGUASCALIENTES, AGS.- Agentes del Grupo Anti-Secuestros de la Policía Ministerial capturaron a uno de tres sujetos que perpetraron un secuestro exprés en agravio de un comerciante, al que "levantaron" y lo obligaron a sacar dinero de sus cuentas bancarias, además de que pretendían seguir extorsionándolo.
Los investigadores lo apresaron precisamente tras recibir el efectivo que el ofendido le entregaba a cambio de su "protección", ya que se ostentó como integrante de un grupo delictivo, sin especificar cuál.
Sus cómplices, aparentemente, ya están identificados, pero no han sido arrestados.
El detenido dijo llamarse Marco Arturo Castelan Torres, de 26 años y con domicilio en la avenida Ferrocarril número 1299 del Infonavit IV Centenario, que ya fue recluido en el CERESO Aguascalientes y consignado ante un juez penal acusado precisamente por los delitos de secuestro exprés y extorsión.
La Policía Ministerial informó que este tipo ya había sido aprehendido el jueves 2 de febrero de este año en Cadereyta, Nuevo León, por elementos del Ejército Mexicano, que lo sorprendieron a bordo de un auto compacto y le aseguraron un fusil de asalto AK-47 ("cuerno de chivo") y un teléfono celular con mensajes amenazantes, comprobándose que éstos se los había enviado a un regiomontano para extorsionarlo ya que amenazaba con secuestrarlo si no le daba importantes cantidades de dinero.
Pese a lo anterior, Marco Arturo logró recuperar su libertad y en esta ciudad volvió a hacer de las suyas, por lo que terminó preso.
Marco Arturo trabajaba en un local de reparación de rockolas y conoció al ofendido debido a que éste llevó a tal negocio a reparar un aparato de este tipo, enterándose que tenía unos billares en Pabellón de Arteaga.
De hecho, el sujeto aprovechó la ocasión para pedirle trabajo al comerciante, indicándole que ganaba muy poco, a lo que éste le contestó que si y le pidió que lo fuera a buscar en los días siguientes.
Al tener la dirección del billar al que debía ir a buscarlo, Marco Arturo les propuso a dos amigos que se aventaran un "gane", es decir, sacarle dinero a una persona que tenía unos billares debido a que ya lo tenía todo planeado, a lo que éstos estuvieron de acuerdo.
El sábado 20 de octubre, los tres individuos se dirigieron a Pabellón de Arteaga a bordo de un auto Chrysler Stratus, color negro, sin placas, y al llegar al billar se dirigieron con el dueño.
Marco Arturo le dijo al comerciante que querían hablar con él en un lugar más privado, por lo que éste los llevó a una oficina.
Ahí, lo amenazaron con armas de fuego cortas y le exigieron que les entregara 10 mil pesos, advirtiéndole que eran integrantes de un grupo criminal y que como no daba pago por "derecho de piso" tenía que darles ese dinero, que ya incluía su seguridad.
Además, le dijeron que cada semana pasarían por 5 mil pesos como cuota y que si no cooperaba con ellos su familia pagaría las consecuencias, debido a que ya sabían dónde vivía, dónde estudiaban sus hijos y cómo era su esposa.
El comerciante les contestó que no tenía consigo el dinero que le pedían, por lo que los tres sujetos lo privaron de su libertad y lo subieron al Stratus en el que llegaron, llevándolo a un cajero automático ubicado en la salida de Pabellón de Arteaga y la carretera 45 Norte, donde lo obligaron a retirar 5 mil pesos en efectivo de una de sus cuentas.
Después, lo condujeron a otro cajero en Margaritas, Jesús María, donde extrajo otros 3 mil pesos, entregándoles los 8 mil pesos.
Los acusados lo regresaron a su negocio y le advirtieron que el jueves 25 de octubre tendría que darles otros 5 mil pesos y que luego le hablarían para fijar el lugar de la entrega.
Tras ser liberado, el comerciante se dirigió a su casa y les platicó lo sucedido a sus familiares, decidiendo trasladarse a la ciudad de Puebla para esconderse.
Allá permanecieron hasta el miércoles 24, día en que regresaron a esta entidad.
Al día siguiente, a las 10 de la mañana, Marco Arturo le llamó al ofendido y le indicó que lo esperaba a la una de la tarde en la avenida Mariano Escobedo, en el fraccionamiento Jardines de la Cruz, para que le entregara el dinero, diciéndole que no avisara a las autoridades porque de lo contrario ya sabía lo que le podría pasar.
A pesar de la advertencia, el comerciante le pidió a su esposa que llamara a la Policía Ministerial para pedir ayuda, por lo que ella así lo hizo, motivando la intervención de los agentes de Anti-Secuestros.
La mujer les informó que su marido iba a entregarle dinero a un sujeto que lo estaba extorsionando a cambio de supuesta "protección" y que si no lo hacía le haría daño a su familia.
Los investigadores les recomendaron que el ofendido acudiera a la cita en el lugar acordado y entregara el dinero solicitado, ya que ellos organizarían un operativo en esa zona y detendrían al responsable.
Además, le dijeron que uno de los billetes que le fuera a dar al extorsionador lo marcara con las iniciales "OR", esto para identificarlo con posterioridad, por lo que así lo hizo.
Los policías ministeriales se trasladaron al lugar y se colocaron en sitios estratégicos, observando el momento en que el ofendido llegaba en su vehículo y luego se le acercaba un tipo que vestía una camisa azul a cuadros y un pantalón de mezclilla azul, al que le entregaba un sobre y luego se alejaba.
Los agentes esperaron a que el sospechoso se retirara y luego lo interceptaron. Al registrarlo, le encontraron cuatro billetes de 500 pesos que le acababa de dar el comerciante, uno de ellos marcado con las iniciales "OR".
Por lo anterior, Marco Arturo fue arrestado y llevado a la Policía Ministerial, aceptando haber secuestrado y extorsionado al comerciante, por lo que el Ministerio Público lo consignó ante el juez penal y fue enviado al CERESO de la salida a Calvillo para que le sea resuelta su situación legal.
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