* Al parecer, tres sujetos participaron en el crimen, cuyo móvil sería el robo, ya que se llevaron un auto Nissan Platina, pantallas de plasma, dinero y otros objetos
AGUASCALIENTES, AGS.- Un sexagenario fue asesinado estrangulado con un mecate en el interior de su domicilio en el fraccionamiento Villas de San Antonio, al sur de la ciudad, aparentemente durante el desarrollo de un violento asalto.
Los delincuentes, además de asfixiarlo con el mecate, le colocaron una bolsa de plástico en la cabeza y lo amarraron de pies y manos, tras de lo cual saquearon el inmueble y se llevaron pantallas de plasma, dinero en efectivo, algunos otros artículos y hasta un automóvil Nissan Platina, color tinto, modelo 2005, con placas AEF-55-04 de Aguascalientes, que no había sido localizado.
El sexagenario asesinado fue identificado como Eduardo Villanueva Fernández, contaba con 63 años de edad y tuvo su domicilio en la calle Papua número 127 del mencionado fraccionamiento, donde habitaba solo.
Fue encontrado sin vida alrededor de las seis de la tarde del pasado lunes 1 de octubre por su hija Lucía Elizabeth Villanueva Vargas, de 38 años y con domicilio en el fraccionamiento Haciendas de Aguascalientes, que acudió a buscarlo porque llevaba un día sin tener comunicación con él.
Las autoridades ministeriales presumían que el sexagenario fue atacado y privado de la vida en el transcurso de la madrugada del lunes, sin que ninguno de los vecinos, aparentemente, se diera cuenta de lo sucedido.
El domingo 30 de septiembre, alrededor de las tres de la tarde, fue la última vez que Lucía Elizabeth tuvo contacto con el autor de sus días y aunque después le llamó por teléfono ya no le contestó, lo cual le pareció extraño.
La mañana del lunes insistió en tratar de contactarlo vía telefónica, pero siguió sin tener respuesta, lo cual la preocupó.
Debido a lo anterior, ya por la tarde, al seguir sin tener noticias de él, decidió ir a su casa para ver qué había pasado.
Al arribar, lo primero que le llamó la atención fue no ver en la cochera el Nissan Platina, por lo que supuso que su padre había salido. Aprovechando que contaba con llaves de la casa, ingresó y para su sorpresa encontró a su papá tirado en el piso, en el área del comedor.
El sexagenario estaba boca abajo, con una bolsa de plástico en la cabeza y con las manos atadas a la espalda al igual que los pies.
De inmediato se comunicó a los servicios de emergencia para pedir ayuda e instantes después arribaron paramédicos y policías preventivos, que confirmaron la muerte del sexagenario y acordonaron el domicilio.
Después, hicieron acto de presencia elementos del Ejército Mexicano, el Ministerio Público, agentes del grupo Homicidios y elementos de Servicios Periciales, que comenzaron con las primeras investigaciones.
La hija del asesinado les informó que a simple vista, además de la ausencia del automóvil, había detectado el faltante de unas pantallas de plasma, dinero en efectivo y otras pertenencias de su padre, con lo que se dedujo que el móvil del homicidio podría ser el robo.
El cuerpo de Eduardo fue levantado y trasladado al Servicio Médico Forense, donde se le practicó la autopsia de ley y se determinó que murió estrangulado con un mecate.
De manera extraoficial se logró conocer que, aparentemente, fueron tres los sujetos que participaron en el asesinato-asalto, pero esto no fue confirmado por las autoridades.
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