6 de agosto de 2012

¡Ejecutaron a un vicioso en un “picadero” en Los Laureles!

Tres sujetos le dieron dos balazos y huyeron en un VW Bora blanco

 

AGUASCALIENTES, AGS.- Un vicioso fue ejecutado de dos balazos con un arma de fuego corta en el interior de un "picadero", lugar donde se venden y consumen drogas, en el fraccionamiento Los Laureles, al oriente de la ciudad, por tres sujetos que luego escaparon a bordo de un automóvil Volkswagen Bora blanco y no fueron detenidos.

Los hechos ocurrieron durante la madrugada del domingo 5 de agosto y tras la agresión de la que fue objeto, el sujeto fue trasladado aún con vida al Hospital Miguel Hidalgo, donde finalmente dejó de existir.

El ejecutado fue identificado como Raúl Rivas Padilla y contaba con 27 años de edad, que habitaba en el "picadero", en el 230 de la calle Circuito Laurel del fraccionamiento Los Laureles.

Las autoridades ministeriales no descartaban la posibilidad de que el crimen organizado estuviera detrás del homicidio, por lo que iniciaron las investigaciones para su esclarecimiento.

De acuerdo a información recabada de manera extraoficial, hacía tiempo Raúl llegó a habitar dicha vivienda, que comenzó a ser utilizada como un "picadero".

Los vecinos se dieron cuenta que Raúl era adicto a las drogas, pero al parecer no se metía con nadie.

Además, se supo que tal inmueble, presuntamente, había sido asegurado por una institución bancaria y que se encontraba deshabitado, lo que fue aprovechado para usarlo como un centro de distribución y consumo de drogas.

El domingo, alrededor de las 03:20 horas, los tres tipos llegaron al sitio en el VW Bora blanco y al descender se aproximaron a la puerta, quebrando los vidrios de una ventana para poder abrirla.

Los individuos irrumpieron en la casa y en el interior sorprendieron a Raúl, al que le dispararon dos veces con un arma de fuego corta calibre 9 milímetros y después se dieron a la fuga a toda velocidad.

Unas versiones indicaban que el sujeto recibió los dos tiros en el abdomen y otras que un balazo lo impactó en el abdomen y el otro en un hombro, aunque de cualquier manera, a final de cuentas, los sujetos lograron el objetivo, que era asesinarlo.

Algunos vecinos escucharon cuando los agresores quebraban los vidrios de la ventana y enseguida oyeron las detonaciones, por lo que se asomaron a ver qué sucedía y observaron cuando escapaban a toda prisa.

Después, se asomaron a la casa deshabitada y vieron a Raúl herido, por lo que dieron aviso a las autoridades a través de los servicios de emergencia, por lo que instantes después llegaron policías preventivos y confirmaron los hechos, tras de lo cual arribaron paramédicos del ISSEA en la ambulancia ECO-274, que le brindaron los primeros auxilios a Raúl y lo trasladaron de urgencia al Hospital Miguel Hidalgo, aunque al llegar falleció.

La Policía Ministerial fue enterada de lo sucedido y el Ministerio Público, agentes del grupo Homicidios y elementos de Servicios Periciales se trasladaron al nosocomio de la calle Galeana para iniciar las pesquisas y luego se dirigieron al lugar de los hechos, donde encontraron y aseguraron dos casquillos percutidos calibre 9 milímetros.

Los vecinos les informaron lo que vieron, por lo que se inició la búsqueda de los tres tipos en el Bora blanco, pero no fueron localizados.

Los propios testigos les manifestaron a los investigadores que Raúl no se metía en problemas con nadie, pero como se supo que la finca que ocupaba era un "picadero", se presumió que fue ejecutado por sus posibles vínculos con el crimen organizado.

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