16 de junio de 2018

¡Ya apareció el estudiante de la UAZ reportado como secuestrado y todo parece una farsa!

·         Al parecer, les robó $64 mil a sus padres para darse la gran vida

·         Al hacer pública su desaparición, sus papás le echaron a perder su aventura

 

ZACATECAS, ZAC.- Ya regresó a casa de sus padres el joven Joaquín García Díaz, alumno del décimo semestre de la Unidad Académica de Contaduría y Administración de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), quien estaba desaparecido desde el 30 de mayo.

Sus padres pidieron públicamente apoyo para localizar a su hijo, pues dijeron que había sido sustraído de su domicilio por 2 sujetos armados, quienes enviaron un mensaje para pedir rescate y posteriormente dejaron de comunicarse.

En una conferencia de prensa ofrecida el jueves 14 de junio, la madre del joven afirmó que la Fiscalía General de Justicia del Estado les había mencionado la posibilidad de que fuera un autosecuestro, ante lo cual cuestionó si era "más inteligente él que los de la policía, que no lo pueden encontrar".

El viernes 15, por la tarde, autoridades señalaron que no existían indicios de que el joven efectivamente hubiera sido privado de manera ilegal de su libertad o que alguien haya solicitado dinero por su rescate para que se tipificara el delito de secuestro.

De las versiones que se tienen se desprende que ni el padre ni la madre presenciaron la privación de la libertad del joven en su propio domicilio. Cuando la madre llegó a su casa, la encontró desordenada y no estaban 64 mil pesos que ella tenía guardados.

La madre contactó telefónicamente a la novia del hijo, quien le manifestó que Joaquín se había comunicado con ella para decirle que 2 hombres armados lo habían sacado de su casa, lo habían obligado a sacar pertenencias de su domicilio, entre ellas dinero, y que se lo llevaron secuestrado.

Autoridades entrevistaron nuevamente al padre de la víctima, quien informó que a su hijo le comentó, días antes de los hechos, que tenía deudas de préstamos en Banco Azteca y otros lugares; durante una discusión, el joven le dijo que ocupaba ese dinero para viajes organizados por la escuela.

Sin embargo, a las 5 de la mañana del viernes, el padre recibió una llamada del número telefónico 4492206871 y un adulto le preguntó si conocía a Joaquín y al informarle que era su hijo, le mencionó que el joven estaba en la Central de Autobuses de Aguascalientes, pidiendo que lo cuidara y que no lo dejara ir hasta que llegaran por él.

Al buscarlo en el lugar, se le localizó tranquilo y se regresaron a Zacatecas.

El padre refirió a las autoridades que en el camino no tuvieron ninguna conversación.

Entrevistado por personal de la Fiscalía, el joven estudiante dijo que los secuestradores lo tuvieron en cautiverio durante 4 días y después lo llevaron a diversos lugares, como centros comerciales, pero por el miedo no reconoció dónde estaba.

Mencionó que uno de los días que estuvo en Aguascalientes, en el centro comercial se encontró a un amigo de nombre Omar, pero los secuestradores le pidieron que actuara de manera normal o le harían daño a su familia.

Hasta el día jueves 14 de junio –día en que los padres denunciaron públicamente el hecho– los presuntos secuestradores lo llevaron a la central de autobuses de Aguascalientes y le dijeron que se fuera.

Aseguró que le dieron dinero para comprar un teléfono celular y unos zapatos.

"Por la narración de los hechos no se descarta que el mismo Joaquín haya planeado todo y hubiera simulado el secuestro para esconder su probable responsabilidad de haber extraído los 64 mil pesos que la familia tenía como ahorros y la madre afirmó sacaron de su casa. Lo que se derivaría en un autosecuestro", refirió el gobierno en una tarjeta informativa sobre el caso.

Señala que en la narración existen inconsistencias respecto del actuar de un grupo de secuestradores, pues Joaquín afirma que le dieron dinero para comprar un teléfono y un par de zapatos tenis.

Asimismo, señala que lo llevaron a diversos puntos y lo dejaban solo o al cuidado de una señora con una niña, y que incluso estuvo en lugares públicos como plazas comerciales y lo que podría ser una Central de Autobuses.

"Ninguna de esas acciones forma parte del modus operandi de un secuestro, pues los victimarios en ese tipo de casos mantienen a las víctimas sin contacto con la familia o amigos", señala la tarjeta informativa.

Y agrega: "de inmediato, a la víctima la despojan de celular, tabletas electrónicas y computadoras; jamás llevan a la víctima a lugares públicos por temor a que sean identificados por algún conocido o denuncien ante autoridades la situación en que se encuentran; de inmediato establecen y mantienen contacto con la familia para exigir el pago del rescate".

"Además, ningún secuestrador le va a dar dinero a la víctima para comprar un teléfono o unos zapatos tenis, más bien lo que ellos quieren es que les den dinero y mantener a la víctima incomunicada", añade.

"Todo parece indicar que Joaquín decidió irse de paseo con el dinero que extrajo de su casa, pero antes desordenó el domicilio para hacer creer a los padres la narración que le hizo a la novia. Una vez que se dio cuenta de la conferencia de prensa que ofrecieron sus padres y que su fotografía había aparecido en los medios de comunicación, decidió dar por terminada su aventura y solicitó ayuda de alguna persona en Aguascalientes para que les hablara a sus padres y les dijera que lo tenían secuestrado en la Central Camionera de esa ciudad, donde esperó hasta el arribo de su padre, con el propósito de aún mantener su posible mentira".

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