AGUASCALIENTES, AGS.- Un ancianito fue hallado muerto y en estado de putrefacción en el interior de su domicilio en el Barrio de la Purísima y aunque en un principio se creyó que había sido asesinado a golpes al parecer durante un asalto en su casa, las autoridades ministeriales determinaron que en realidad pereció de un infarto.
Un vecino escuchó ruidos en la vivienda del adulto mayor y por lo cual se presumía que fue víctima de un robo con violencia, lo cual se descartó posteriormente.
El hombre fallecido fue identificado como José Luis Alvarado, contaba con 80 años de edad y tuvo su último domicilio en la calle Fray Bartolomé de las Casas en el Barrio de la Purísima.
De acuerdo a los primeros reportes obtenidos, el octogenario al parecer era pensionado y vivía solo.
Hacía unos días, uno de sus vecinos que se encontraba en su casa escuchó algunos ruidos que provenían de la vivienda de José Luis, aunque de momento no le tomó mucha importancia.
Desde el lunes 16 de octubre los habitantes de la calle dejaron de ver al octogenario, lo que hasta el jueves 19 les pareció extraño.
Por lo anterior, en el transcurso de la tarde, el mismo vecino que había escuchado los ruidos, decidió ir a buscarlo a su casa, pero al tocar la puerta no tuvo respuesta y se retiró.
Por la noche, alrededor de las 21:35 horas, regresó y siguió sin tener éxito, por lo que decidió llamar al servicio de emergencias 911 para pedir ayuda.
Oficiales de la Policía Preventiva fueron los primeros que llegaron al sitio y tuvieron que quebrar un vidrio de la puerta para abrirla y entrar.
Al hacerlo, encontraron a José Luis tirado en el piso, cerca de la puerta principal, confirmando que ya estaba muerto y en estado de putrefacción.
Los oficiales salieron del inmueble y acordonaron el área para cuidar el escenario de los hechos, pese a que inicialmente se creyó que el octogenario murió por causas naturales.
Posteriormente arribaron agentes de la Policía Ministerial y elementos de la Dirección de Investigación Pericial, que al revisar el cuerpo de José Luis le apreciaron varios golpes.
Además, al entrevistar al vecino que pidió la intervención de las autoridades, les comentó de los ruidos que había escuchado días atrás en la casa del ancianito, por lo que surgió la sospecha de que fue asesinado a golpes al parecer durante el desarrollo de un asalto domiciliario.
Terminadas las diligencias correspondientes, el cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense para la práctica de la necropsia de ley, que determinó que el octogenario pereció de un infarto y no asesinado.
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