AGUASCALIENTES, AGS.- Un delincuente se salvó de morir atropellado al norte de la ciudad, aunque resultó lesionado de consideración y tuvo que ser hospitalizado.
El sujeto hurtó una caja con carne congelada de un negocio en el centro comercial Agropecuario y al huir para no ser detenido por los empleados fue arrollado por la unidad de motor, cuyo chofer fue detenido para deslindar responsabilidades.
Hace unas semanas, un cristalero murió embestido por una camioneta luego de que cometió un robo con uno de sus hermanos, que por su parte fue arrestado y llevado a prisión, por lo que estuvo a punto de repetirse la historia.
El ladrón arrollado dijo llamarse Gustavo Ramos Aranda, de 28 años de edad, que permanece internado en el Hospital Miguel Hidalgo en calidad de detenido y con custodia policiaca por el robo que cometió.
El viernes 4 de agosto, alrededor de las 07:50 horas, llegó al Agropecuario y se dirigió a una carnicería, donde tomó la carne congelada aprovechando un descuido de los trabajadores.
Sin embargo, cuando estaba por alejarse, fue descubierto por los empleados, que le gritaron y fueron tras él para detenerlo, por lo que Gustavo se echó a correr hacia el boulevard a Zacatecas.
Al llegar a éste aventó el producto del hurto y luego se dispuso a cruzar la peligrosa vialidad en dirección de poniente a oriente, por debajo del puente peatonal.
Sin embargo, pasó sin precaución, por lo que fue atropellado por un automóvil que era desplazado de norte a sur por el boulevard y que salía del paso a desnivel, por lo que su operador no alcanzó a frenar ni a esquivarlo.
Dicho coche era un Nissan Sentra, color negro y con placas de esta entidad, operado por Juan Pablo Méndez Gómez, de 26 años.
El sospechoso cayó sobre el cofre y el parabrisas del carro y luego fue proyectado a la cinta asfáltica, donde quedó tirado y lesionado, mientras que el automovilista detenía su marcha.
Al ser enterados del accidente, al lugar acudieron paramédicos del ISSEA para auxiliar al atropellado y llevarlo a recibir atención al nosocomio de la calle Galeana, además de oficiales de la Policía Vial, que tomaron cartas en el asunto.
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