AGUASCALIENTES, AGS.- Un adolescente prácticamente se salvó de morir luego de que se tropezó y se golpeó en la cabeza contra un vagón del tren, que no lo arrolló de milagro.
El incidente sucedió el martes 31 de enero, alrededor de las ocho de la noche, cerca de las calles Montealbán y Tula del fraccionamiento Pirámides.
El jovencito, de 13 años de edad, resultó ser vecino de la calle Circuito El Tule del fraccionamiento Residencial del Parque.
Caminaba a un lado de las vías mientras que por ellas iba la llamada "mole de acero", encabezada por las máquinas 3226 y 3224, operadas por Marco Antonio Díaz, que iba de norte a sur.
En determinado momento, el muchacho tropezó y se fue de bruces, estrellando su cabeza contra uno de los vagones del tren, que iba a marcha lenta.
El menor de edad cayó a un lado de las vías y el operador del tren lo detuvo para llamar a los servicios de emergencia.
Como se reportó que una persona había sido arrollada por el ferrocarril, de inmediato se dirigieron al sitio policías preventivos, policías viales, paramédicos del ISSEA, así como elementos de Protección Civil y Bomberos Municipales.
Al llegar, auxiliaron al adolescente, que solamente sufrió una herida en el pómulo derecho, indicándole que debían llevarlo a un hospital para una revisión más a fondo, pero se negó comentándoles que sus papás lo iban a regañar por jugar cerca de las vías.
Pese a su temor, los técnicos en urgencias médicas decidieron llevarlo a su casa para entregarlo a sus familiares, a quienes les sugirieron que lo llevaran a un nosocomio para que lo checaran por el golpe en la cabeza.
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