Muerte de Fabiancito, un caso sin esclarecer

OMBUDSMAN AVALA OCULTAR INFORMACION DE ASESINATO A PADRES DE "FABIANCITO"

El niño de 7 años se habría suicidado con una pistola; su padre afirma que no es cierto y pide investigar

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AGUASCALIENTES, AGS./EL UNIVERSAL- Desde el pasado 30 de noviembre, en la casa ubicada en la calle Paseo Juan de Tolosa del exclusivo fraccionamiento Jardines de las Fuentes, se comenzó a escribir una historia de contradicciones sobre la muerte del menor Fabiancito, hasta hoy no se sabe si se trató de un homicidio o suicidio.

Aquella tarde de miércoles, en la casa de los abuelos maternos, Fabián Ramos de Loera, de tan sólo siete años de edad, recibió un balazo en la cabeza con trayectoria de entrada por el maxilar y orificio de salida por el cuello, de un arma calibre .38 especial.

Inmediatamente, el menor fue trasladado a un hospital privado para recibir atención médica y desde su ingreso fue enviado al área de terapia intensiva, donde cinco días más tarde, el jueves 5 de diciembre, los doctores informaron a sus familiares de su muerte.

Contra la versión de los únicos presentes en el lugar de los hechos, la abuela María Guadalupe Ruiz Velasco, el abuelo Juan Manuel de Loera Contreras y la tía Gabriela de Loera Ruiz Velasco, de que todo se trató de un suicidio, el padre del menor, Fabián Odín Ramos López, prometió a su hijo antes de morir que daría con la verdad en este caso así se tardara toda una vida.

Aunque consciente de las relaciones, el poder y la influencia de la familia de su esposa, los Ruiz Velasco Ramírez, cuyos integrantes son empresarios reconocidos en Aguascalientes en varios ramos industriales, Fabián Odín confió en que la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJE) determinaría rápida y certeramente las causas de la muerte de su hijo, además de deslindar la responsabilidad de los tres adultos y otros dos menores que se encontraban en el domicilio donde ocurrieron los hechos.

Sin embargo, desde el primer día en que Fabián Odín se acercó a la agencia número 4 del Ministerio Publico, a donde fue turnada la averiguación previa DGAP/AGS/16352/11-11, para pedir los avances de la investigación, así como las pruebas que se habían hecho a los presentes, principalmente para detectar si habían disparado un arma de fuego recientemente, comenzaron una serie de hechos inexplicables y contradictorios.

Comienza la investigación

En el primer acercamiento con las autoridades, ocurrido el viernes 2 de diciembre de 2011, Fabián Ramos fue recibido por el subprocurador de Averiguaciones Previas, Víctor Martínez, y por el procurador, Felipe Muñoz Vásquez. "La charla que tuve con el procurador, aunque no me permitieron tener acceso al expediente, me dio muchas esperanzas, porque me dio un discurso muy bonito y me explicó que el caso era muy sencillo", comentó.

Yo le explique, añadió, que la versión sobre que mi hijo se había disparado tenía que ser desechada por ser ridícula, ya que le demostré que él era diestro y tenía su mano enyesada por un accidente que había sufrido en una fiesta infantil días antes.

Después de la muerte de su hijo, Fabián Ramos regresó a la PGJE el jueves 8 de diciembre, en compañía de su abogado, para solicitar los avances en la investigación y que el fiscal se había comprometido a brindarle el acceso a la averiguación previa.

"Llegue directamente a la oficina del procurador, quien me dijo que siempre iba a estar abierta; pero lo mandaron con el subprocurador de averiguación previas y otra vez no me permitió ver el expediente, me dijo que teníamos que esperar hasta el lunes para que se hicieran las investigaciones correspondientes".

El viernes 9 de diciembre acudió una vez más a la procuraduría para solicitar, ahora por escrito, copias certificadas del expediente y la autorización para que su abogado pudiera tener acceso a éste. Mientras el padre de la víctima permanecía en las instalaciones, se topó de casualidad de frente con el procurador, quien lo invitó a su oficina pero sin su abogado.

"Me aseguró que el caso avanzaba y que me iba a sorprender con las pruebas que se tenían, de las cuales no me comentó absolutamente más y no me dio acceso al expediente, simplemente me dijo que en la semana del 13 al 16 de diciembre se tendría la conclusión de la averiguación, pero que el 13 ya habría avances determinantes".

La historia y las promesas de avances, investigaciones y logros se repitieron el 13, 14, 15 y hasta que finalmente el 21 de diciembre se le permitió ver la averiguación, pero bajo la condición de que lo hiciera sin su abogado. "Me di cuenta que al único que le habían realizado todas las pruebas y exámenes periciales fue a mi hijo, con resultados negativos de que él se hubiera disparado", comentó Fabián Odín.

No obstante, la investigación no decía nada sobre si alguno de los presentes en la casa de los familiares de su ex esposa disparó el arma que mató a su hijo.

Le prometieron una conclusión y definición en el caso, pero 50 días después de ocurridos los hechos y con sólo tres adultos presentes en el domicilio, no hay una conclusión oficial de si se trató de un homicidio o un suicidio. La PGJE rechazó fijar su posición, lo mismo que la familia Ruiz Velasco Ramírez.